Las autoridades de Sudán han denunciado la muerte de al menos 120 personas en la localidad de Al Hilaliya, en el estado de Gezira (este), por ataques de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) y el envenenamiento del agua y los alimentos por parte de los paramilitares, en el marco de la guerra desatada en abril de 2023 en el país africano.
El Ministerio de Exteriores sudanés ha indicado en un comunicado que el grupo rebelde es responsable de "una nueva masacre" en esta localidad, al tiempo que ha denunciado que los civiles retenidos por los paramilitares en esta ciudad cercada carecen de atención médica, lo que podría elevar el número de víctimas durante los próximos días.
Así, ha denunciado que las RSF "siguen cometiendo crímenes y violaciones de los Derechos Humanos" en Gezira y otros puntos del país, a pesar de los informes presentados sobre las actividades del grupo a la comunidad internacional y tras la muerte de decenas de personas en varias matanzas cometidas por la milicia durante las últimas semanas en Gezira.
En este sentido, ha hablado de una "horrible campaña de venganza" contra "inocentes" en la zona después de que varios altos cargos del grupo desertaran y se entregaran al Ejército, entre ellos el líder del grupo paramilitar en el estado de Gezira, Abú Aqla Kikil.
"Esta atroz masacre coincide con una campaña similar de brutal venganza por parte de la milicia contra aldeanos indefensos en Darfur Norte tras su fracaso en sus repetidos ataques contra El Fasher", ha dicho, antes de agregar que en el marco de la misma que incendiado más de 40 localidades.
Por ello, ha hecho hincapié en que "a esta milicia terrorista no le preocupan las condenas verbales o las resoluciones internacionales que no son respaldadas por medidas decisivas para garantizar su aplicación", tal y como ha recogido la agencia estatal sudanesa de noticias, SUNA.
"El aumento sistemático de las masacres y atrocidades por parte de la milicia contra los civiles busca una intervención militar internacional en Sudán bajo el pretexto de la protección de los civiles, lo que permitiría a la milicia evitar una derrota militar y mantener las posiciones que ocupa", ha argumentado, antes de agregar que su postura es la misma que la adoptada por "grupos terroristas".
De esta forma, ha sostenido que la comunidad internacional debería declarar a las RSF como "un grupo terrorista" y "perseguir a sus líderes y miembros ante la justicia internacional", así como considerar a cualquiera que dé apoyo al grupo como un "patrocinador del terrorismo" y un "cómplice" de los crímenes cometidos por el grupo armado.
Sudán se encuentra sumido en una guerra civil a raíz de las hostilidades que estallaron en abril de 2023 en el marco de un aumento de las tensiones en torno a la integración de las RSF en el seno de las Fuerzas Armadas, parte clave de un acuerdo firmado en diciembre de 2022 para formar un nuevo gobierno civil y reactivar la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 de Omar Hasán al Bashir, dañada por el golpe de Estado de octubre de 2021, en el que fue derrocado el entonces ministro de transición, Abdalá Hamdok.