El canciller de Alemania, Olaf Scholz, se ha mostrado dispuesto a negociar la fecha en que su Gobierno se someterá en el Parlamento a una moción de confianza, una votación que en principio estableció para mediados de enero y que, salvo sorpresa, resultará en la convocatoria de elecciones anticipadas.
Al anunciar la salida de los liberales de la coalición el pasado miércoles, Scholz confirmó también que se sometería a una moción de confianza el 15 de enero, lo que implicaría nuevas elecciones en marzo. El principal líder opositor, Friedrich Merz, ha reclamado solventar de manera inmediata el trámite parlamentario y que pueda haber comicios a principios de 2025.
Scholz descartó en un inicio cambiar el calendario, pero este viernes, al término del Consejo Europeo informal celebrado en Budapest, no se ha mostrado tan rotundo. Así, ha planteado la posibilidad de que los grupos representados en el Bundestag puedan llegar a algún tipo de acuerdo, para lo cual ha apelado a la "calma".
No obstante, ha deslizado que dentro de este acuerdo estén una serie de leyes que, a su juicio, deben salir adelante este año, un extremo que ya trasladó el jueves en una reunión cara a cara en Berlín con Merz que se saldó sin ningún tipo de avance práctico.
El líder de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) ha insistido este viernes en que las elecciones deben celebrarse cuanto antes, ya que lo contrario es "irresponsable". Merz es ya el candidato oficial del bloque conservador a la Cancillería y figura como favorito en intención de voto, por lo que cree que Scholz está anteponiendo los intereses de su partido a los del país.