Ocurren 782 fracturas por fragilidad al día y 33 por hora en España, según recoge el último informe sobre caídas y fracturas en España presentado este jueves por la Fundación Internacional de Artrosis (OAFI, por sus siglas en inglés), que destaca que el 60 por ciento de estas situaciones se producen en los hogares.
Estas fracturas están relacionadas con la artrosis y la osteoporosis, enfermedades que afectan al correcto funcionamiento de articulaciones y huesos y que se dan en mujeres en un 80 por ciento de casos. De hecho, las mujeres pueden llegar a perder hasta 12 años de vida como consecuencia de las fracturas por fragilidad.
"Una paciente con artrosis tiene tan mala calidad de vida como una que pueda tener un cáncer", ha destacado al respecto el presidente de OAFI, Josep Vergés. El especialista ha recordado que esta es la enfermedad crónica más frecuente en España y que su incidencia aumenta de manera notable antes de la menopausia, por lo que ha instado a tratar a las mujeres en etapas muy precoces "para evitar que cuando tengan dolor no sea tarde".
En el informe de OAFI se apunta además que la mitad de las personas mayores de 80 años se cae al menos una vez al año, y el 70 por ciento de estas caídas tienen consecuencias graves, pudiendo llegar a una fractura. Asimismo, la osteoporosis y las fracturas se asocian a altos niveles de dolor crónico, dificultando tareas cotidianas como levantarse de la silla, o la cama, o sentarse en el 71,7 por ciento y 56 por ciento de los casos respectivamente.
Otras cifras que resaltan la gravedad de estos casos hacen referencia a que más de 96.000 fracturas osteoporóticas producidas en personas mayores de 50 años requirieron hospitalización en solo diez años, lo que supone una incidencia de 374 casos por cada 100.000 habitantes.
El progresivo envejecimiento de la población hace más notable la necesidad de adoptar medidas y acciones que prevengan los riesgos asociados, ya que se estima que en 2050 la artrosis afectará al 95,1 por ciento de la población mundial. Así, la labor de las residencias y su red de cuidadores resultará esencial para envejecer de manera saludable, evitar caídas y fracturas y, en caso de que estas se produzcan, poder realizar una adecuada recuperación.