Al menos 576 personas han muerto en Chad desde el comienzo de la temporada de lluvias torrenciales a finales de julio hasta mediados del mes pasado, según las estimaciones de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA).
Las lluvias han afectado a las 23 provincias del país y un total aproximado de 1,9 millones de personas, especialmente en Lac, donde casi 278.000 residentes se vieron obligados a huir de las riadas. Las provincias de Mandul, Moyen Chari y Tandjilé han registrado más de 225.000 afectados cada una.
El plan de contingencia trazado por la OCHA estima que serán necesarios casi 100 millones de euros para proporcionar una respuesta adecuada a la población.
En lo que se refiere al impacto actual de la asistencia humanitaria, la OCHA estima que unas 200.000 personas en todo el país han recibido ayuda de emergencia que cubre necesidades de seguridad alimentaria, alojamiento y artículos domésticos esenciales, salud y nutrición, protección, agua, higiene y saneamiento.