Jerusalén, 7 nov (EFE).- Más de 2.200 palés con ayuda humanitaria para Gaza, incluidos alimentos, agua, material sanitario o de higiene, procedentes de Emiratos Árabes Unidos (EAU), fueron descargados este jueves en el puerto israelí de Asdod.
Los palés serán transportados en más de 300 camiones hasta los cruces de Erez Oeste y Kerem Shalom, ubicados en el norte y el sur de la Franja de Gaza, respectivamente, dijeron en un comunicado conjunto el Ejército israelí y el COGAT, el organismo militar encargado de los asuntos civiles en Gaza y Cisjordania ocupada.
Una vez en Gaza, sin embargo, serán los organismos humanitarios los encargados de recoger y tratar de distribuir el material, sin asistencia de las autoridades militares, por lo que está por ver qué parte de la ayuda acabará llegando a la población gazatí.
En el mes de octubre tan solo 990 camiones con ayuda humanitaria entraron en la Franja de Gaza, el número más bajo en todo 2024, según datos de la ONU.
Antes de la guerra, alrededor de 500 camiones con ayuda entraban al enclave cada día.
Los organismos encargados de introducir ayuda y distribuirla en el enclave, como la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) o Médicos Sin Fronteras, llevan meses alertando de que no está entrando suficiente material en el enclave, donde la gran mayoría de la población vive hacinada en tiendas de campaña sin electricidad ni agua corriente.
El pasado 13 de octubre, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, y el secretario de Defensa, Lloyd Austin, dieron 30 días a Israel para "aumentar todas las formas de asistencia humanitaria" en la Franja y "poner fin al aislamiento del norte de Gaza" de inmediato, en una carta dirigida al ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, y al ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, dando a entender que la asistencia militar al país está en juego.
Desde entonces, las autoridades israelíes suelen informar de la entrada de cientos de camiones al enclave cada semana, cifras que no tienen en cuenta qué parte de esa ayuda es recogida y distribuida por los organismos internacionales, que se tienen que enfrentar a las bombas israelíes y al pillaje de una población desesperada para transportar lo poco que sobrevive a las inspecciones en los controles.EFE
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