Roma, 7 nov (EFE).- El Estado italiano ha llegado a un acuerdo para la renovación del contrato para una parte de los empleados públicos, que no firmaron algunos sindicatos, y que consiste en una subida salarial y la posibilidad de una semana corta de cuatro días, de forma experimental y voluntaria, manteniendo las 36 horas semanales.
El nuevo contrato, que afecta a 195.000 funcionarios, no fue firmado anoche por la CGIL y UIL, dos de los sindicatos mayoritarios del país, que consideraron que el aumento medio de 165 euros al mes, durante trece meses, no es suficiente.
La renovación del contrato es relativa al periodo 2022-24, por lo que se prevé el pago de atrasos, además de la entrega de un bono de comida por la jornada de teletrabajo realizada con el mismo horario previsto de forma presencial.
Para los trabajadores con necesidades especiales de salud o que asisten a familiares con discapacidad y para otros casos identificados durante las negociaciones es posible ampliar el número de días de actividad realizada en teletrabajo respecto de los previstos para el resto de la plantilla.
Entre las principales novedades, destaca la posibilidad de una semana corta de cuatro días, de forma experimental y voluntaria, manteniendo las 36 horas semanales.
Uno de los sindicatos que aprobó el acuerdo, la CISL-FP, consideró positiva la firma de los convenios colectivos nacionales de trabajo de los empleados públicos, "para no interrumpir la continuidad de las renovaciones contractuales y poder iniciar inmediatamente las negociaciones para el trienio 2025-2027".
El presidente de la Agencia de Representación Negociadora de las Administraciones Públicas (ARAN), Antonio Naddeo, afirmó que la semana laboral de 4 días "podría conducir a una mayor productividad y un mejor equilibrio entre la vida laboral y personal".
Aunque señaló que "es crucial evaluar los impactos en las operaciones para garantizar que los servicios públicos no sufran interrupciones o retrasos debido a la implementación de la semana corta". EFE