Futuro comisario de Economía dice que el grueso de inversión de la UE deberá ser privada

Valdis Dombrovskis destaca la necesidad de inversiones privadas para la EU, plantea prioridades en economía, y subraya la importancia de reducir la burocracia y asegurar finanzas públicas estables

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Bruselas, 7 nov (EFE).- El actual vicepresidente de la Comisión Europea y nominado como responsable de Economía en la próxima legislatura, Valdis Dombrovskis, dijo este jueves que el grueso de las "enormes" inversiones que necesitará la Unión Europea en los próximos años tendrá que ser privado, aunque no se descartará "ninguna opción" para financiarlas, incluida la emisión de deuda común.

El ex primer ministro letón compareció ante varias comisiones de la Eurocámara, que debe dar luz verde a la nominación para el que sería su tercer mandato dentro del Ejecutivo comunitario, donde desde 2014 ha sido vicepresidente a cargo de las carteras de Economía, Servicios Financieros y Comercio.

De recibir luz verde, será comisario responsable de Economía, Productividad y Simplificación durante los próximos cinco años en los que, según explicó, dará prioridad a cuatro áreas: mejorar la coherencia de las políticas económicas y de inversión, asegurar sólidos fundamentos para la economía europea, reducir la burocracia y reforzar la voz de Europa en la escena económica global.

Dombrovskis incidió en que la UE necesita una economía "resiliente, innovadora y competitiva" para afrontar un entorno global "difícil", marcado por riesgos para el sistema internacional multilateral, el cambio climático o la competencia global en tecnologías críticas, y ello requerirá de "inversiones enormes".

"La financiación privada ayudará a cubrir el grueso de las mismas. El dinero público también desempeñará un papel importante, incluyendo para asegurar una convergencia social y territorial al alza", dijo Dombrovskis, quien recordó que en 2026 expirará el fondo de recuperación poscovid, que ha impulsado inversiones y reformas en los últimos años.

En este sentido, incidió en la importancia de avanzar en la integración de los mercados de capitales europeos para facilitar el acceso a financiación privada para las empresas, y aseguró que trabajará con el Banco Europeo de Inversiones para "catalizar" financiación, centrándose en sectores "críticos", como tecnologías limpias, inteligencia artificial o defensa.

No obstante, Dombrovskis hizo hincapié en que antes de decidir el modo de financiar estas inversiones - que el informe Draghi cifra en 800.000 millones de euros adicionales al año - la UE debe determinar a qué prioridades, "tradicionales" o "nuevas", deben destinarse.

"La Comisión Europea quiere seguir un enfoque de determinar primero las necesidades de inversión y luego debatir las posibilidades exactas, sean recursos propios, contribuciones de los Estados miembros, endeudamiento común... Lo importante es decidir qué financiamos y con qué sumas. Ninguna opción está fuera de la mesa", dijo preguntado por los eurodiputados.

Dombrovskis, quien también estará a cargo de aplicar las nuevas reglas de disciplina fiscal, subrayó asimismo la necesidad de asegurar unas finanzas públicas "estables y transparentes", puesto que ello refuerza la confianza del mercado, reduce los costes de la deuda, crea espacio fiscal para inversiones públicas y un entorno empresarial "que conduce a desbloquear inversión privada".

"Algunas políticas fiscales también protegen la sostenibilidad y adecuación de nuestros sistemas del bienestar (...) Mi prioridad será asegurar que las reglas fiscales son aplicadas de forma creíble e imparcial", aseguró el letón, que tendrá que vigilar cómo los Veintisiete reconducen sus niveles de deuda y déficit públicos tras el aumento generado por la pandemia y la crisis energética.

Además, Dombrovskis insistió en que Bruselas trabajará para simplificar la legislación europea y reducir la carga burocrática para las empresas, uno de los principales frenos a la competitividad, y presentará una propuesta en el primer mes de actividad de la nueva Comisión tras estudiar con los actores implicados qué áreas son más urgentes.

Estas incluyen cargas burocráticas ligadas a la protección de datos, la implementación de fondos europeos, las normas de competencia, agricultura o energía, explicó. EFE

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