El equipo negociador del Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha presentado este jueves al Gobierno de Colombia un plan de trece puntos para intentar destrabar la mesa de negociación, suspendida desde septiembre por orden el presidente, Gustavo Petro, tras el ataque a un puesto militar que dejó dos muertos y 20 heridos.
El texto plantea propuestas y diagnósticos a problemas y posibles soluciones, entre ellas poner en marcha un nuevo mecanismo de seguimiento y verificación del cumplimiento de los acuerdos, así como una cláusula sobre posibles incumplimientos.
Asimismo, el ELN ha propuesto que la mesa de negociación se rija por una serie de "principios básicos", como "resolver las causas de los problemas, no sus síntomas", "cumplir lo acordado", "no firmar lo que no se pueda cumplir", o que cada una de las partes asuma "una sola política frente a este proceso de paz".
El ELN también ha solicitado que se mantenga la participación de la sociedad civil en la construcción de la paz, hasta ahora el único gran acuerdo al que han llegado las partes después de tres décadas de conflicto.
Incluye otras cláusulas como el compromiso del Gobierno a impedir que Estados Unidos se inmiscuya en el proceso o a especificar cómo se va a desarrollar la solución política del conflicto, según lo pactado en la agenda de México.
La propuesta presentada por la delegación del ELN tiene lugar en el marco del encuentro que desde el 1 de noviembre las partes han retomado de cara a intentar descongelar la mesa de negociación.
El inicio de esta tensión tuvo su origen el 20 de febrero de 2024 después de que la delegación del ELN no aceptara un encuentro que mantuvo la delegación del Gobierno con Comuneros del Sur, una facción que se separó de la guerrilla.
La negociación acabó por deteriorarse cuando el Gobierno no accedió a la demanda del ELN de ser retirados de la lista de grupos armados organizados (GAO) a cambio de extender el alto del fuego que finalizó el 3 de agosto. Un mes después, el atentado en Arauca congeló la mesa de negociación.