Las autoridades de Turquía han anunciado este miércoles la detención de 140 personas sospechosas de agredir a las fuerzas de seguridad durante las recientes protestas contra el nombramiento de "administradores" en sustitución a tres alcaldes del prokurdo Partido Popular por la Igualdad y la Democracia (DEM), cesados el lunes bajo acusaciones de "terrorismo" por supuestos lazos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
Las detenciones han tenido lugar en ocho ciudades: Sanliurfa, Van, Diyarbakir, Adana, Antalya, Estambul, además de Mardin y Batman, dos de las tres localidades en el sureste del país, una zona de mayoría kurda, que se han visto afectadas por el cese de sus regidores.
En un escueto comunicado, la Dirección General de Seguridad del Ministerio de Interior turco ha precisado que los arrestados "arrojaron piedras contra las fuerzas de seguridad, las agredieron físicamente e hirieron a 16 agentes y a dos civiles".
Las autoridades han abierto un procedimiento judicial contra ellos, así como contra 75 usuarios de cuentas "que habían compartido mensajes provocadores en redes sociales". El Ministerio ha advertido a los ciudadanos "que conspiren contra (el) Estado y (la) Nación", que "recibirán la respuesta que merecen".
Estas detenciones se suman a las de unas 60 personas que se manifestaron en Batman el lunes tras conocer que el Gobierno turco había cesado al alcalde de dicha localidad, así como los de Mardin y Helfeti, y los había reemplazado por "administradores".
El Comité Ejecutivo del DEM ha descrito la medida como "una continuación de los fallidos intentos para desmantelar a los kurdos en la política democrática desde 1994, una estrategia repetitiva y agotada que se extiende ya 30 años".
La decisión fue anunciada apenas unos días después de que las autoridades turcas aseguraran haber "neutralizado" a cerca de 200 presuntos miembros del PKK y grupos vinculados a la formación en sus bombardeos contra Irak y Siria tras el atentado perpetrado el 23 de octubre en la capital turca, Ankara, que dejó cinco muertos y 22 heridos.