Río de Janeiro, 7 nov (EFE).- Las emisiones de gases de efecto invernadero en Brasil disminuyeron un 12 % en 2023 frente a 2022, la mayor reducción registrada en 15 años en el país, informó este jueves la principal red de la sociedad civil sobre agenda climática del país.
La caída de la deforestación en la Amazonía brasileña fue la "única responsable por la disminución" de las emisiones de gases contaminantes en la nación suramericana, según el Observatorio del Clima (OC), consorcio que reúne a 119 grupos ambientalistas, entre ellos Greenpeace, WWF y Conservación Internacional.
De acuerdo con el Sistema de Estimativas de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (SEEG), herramienta creada por la red para la medición de las emisiones en Brasil, en 2023 fueron lanzadas a la atmósfera 2.300 millones de toneladas de gases contaminantes.
Pese a la disminución de la tala en la Amazonía, la devastación de otros biomas brasileños provocó la emisión de 1.040 millones de toneladas de gases contaminantes en 2023, lo que ayudó a convertir a Brasil en el quinto mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo.
Los datos del SEEG mostraron un aumento del 23 % en las emisiones producidas por la desforestación del Cerrado (sabana brasileña), del 11 % en la Caatinga, del 4 % en el Bosque Atlántico y del 86 % en el Pantanal.
El sistema también encontró que el sector agropecuario tuvo su cuarto récord consecutivo, con un aumento del 2,2 % en las emisiones, impulsado por el crecimiento de los rebaños de ganado vacuno, cuyos eructos representaron 405 millones de toneladas de gases contaminantes en 2023, un volumen superior a las emisiones totales de Italia.
El sector agropecuario es el mayor contaminante de Brasil, con el 74 % de las emisiones el año pasado, seguido del sector energético y de procesos industriales, responsable del 22 % del total.
El OC aclara que los incendios también producen gases contaminantes que son contabilizados por el SEEG, pero el carbono emanado de esas quemas no está asociado con la deforestación -como la devastación de bosques de la Amazonía-, sino con la quema de pastizales u otras áreas, por lo que no son contabilizados en los inventarios nacionales.
De hecho, la red señala que, pese a que la deforestación disminuyó en un 31 % el último año, según datos oficiales divulgados el miércoles, los incendios se dispararon debido a la fuerte sequía que azotó en 2024 al país.
Con el objetivo de "reducir la incertidumbre en sus mediciones para que puedan ser contabilizadas", el OC da seguimiento a las emisiones producidas por los incendios desde 2018 mediante el SEEG, y este año monitoreó por primera vez las de metano y óxido nitroso, "dos potentes gases contaminantes" producto de la quema de pastizales. EFE