El candidato opositor a las presidenciales de Moldavia, Alexandr Stoianoglo, ha admitido este miércoles su derrota en la segunda vuelta celebrada este pasado domingo, si bien ha acusado al oficialismo de haber "secuestrado" las instituciones en su beneficio y ha vaticinado que un cambio es "cuestión de tiempo".
"Los resultados demostraron que perdimos, aunque aquí en Moldavia ganamos. La mayoría de vosotros habéis depositado vuestra confianza en mí y os estoy inmensamente agradecido a todos", ha expresado el candidato del Partido de los Socialistas de Moldavia (PSRM), considerado cercano al Kremlin.
"Esta es una victoria moral que dejó claro que Moldavia quiere un cambio y lo quiere ahora. Moldavia anhela justicia, unidad y respeto por la gente", ha dicho Stoianoglo, quien obtuvo el 44 por ciento de los votos, por detrás del 55 por ciento que logró la presidenta, Maia Sandu, quien revalida cargo.
Stoianoglo ha acusado al Gobierno de "secuestrar" en campaña "instituciones clave" para poder lograr una "débil y artificial" victoria. "No puede perder ni ganar con dignidad", ha dicho, afirmando que es "cuestión de tiempo" de que llegue el cambio "si el triunfo se basa en la suciedad, el miedo, el odio y la censura".
"Esta no es una derrota final, es sólo una batalla perdida (...) No nos detendremos aquí (...) Nuestra lucha por una Moldavia libre, estable y próspera acaba de empezar. Seguimos adelante con la cabeza alta, con la misma determinación y junto a vosotros. Esto es sólo el comienzo de un nuevo camino", ha concluido.
Maia Sandu se impuso este domingo en la segunda vuelta de unas presidenciales que estuvieron marcadas por la supuesta injerencia de Rusia, que lo ha negado, de la que también alertó durante la campaña Estados Unidos y la Unión Europea. Observadores internacionales dieron como bueno el proceso electoral.