El Gobierno de Líbano ha presentado una denuncia contra Israel ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT), organismo de Naciones Unidas, por la explosión coordinada de dispositivos de comunicación vinculados al partido-milicia chií Hezbolá en territorio libanés a finales de septiembre.
El ministro de Trabajo de Líbano en funciones, Mustafa Bayram, ha anunciado este miércoles la medida durante una rueda de prensa celebrada en la ciudad suiza de Ginebra por la Asociación de Corresponsales Acreditados ante Naciones Unidas.
Bayram, acompañado por el embajador libanés ante la ONU, Salim Badura, se reunió en la víspera con el director general de la OIT, Gilbert Houngbo, y otros altos cargos para informar sobre los detalles de la denuncia, según recogió la agencia de noticias NNA.
Varias regiones de Líbano, incluida la capital, Beirut, registraron a finales de septiembre explosiones de dispositivos de comunicación que se saldaron con un balance de víctimas total de más de 40 muertos y unos 3.000 heridos, según las autoridades libanesas.
El carácter indiscriminado de los ataques, que quedó palpable con explosiones en lugares ajenos al ámbito militar o con gran afluencia de gente, fue criticado por Naciones Unidas, cuyo secretario general, António Guterres, instó a no utilizar como armas objetos civiles.
Las primeras pistas sobre los dispositivos llevaron a la firma taiwanesa Gold Apollo, que rápidamente salió al paso de las sospechas señalando que había cedido los derechos de fabricación a una segunda empresa, BAC Consulting, con sede en Hungría.
Sin embargo, el Gobierno de Hungría indicó que BAC Consulting era un mero "intermediario comercial", sin capacidad de fabricación de los dispositivos. Varios funcionarios estadounidenses aseguraron al diario 'The New York Times' que la Inteligencia israelí logró ocultar material explosivo dentro de los dispositivos de comunicación.