Ginebra, 6 nov (EFE).- El ministro de Trabajo de Líbano, Mustafá Bayram, afiliado a Hizbulá, viajó a Ginebra para presentar personalmente una denuncia contra Israel ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) por los ataques explosivos a través de buscas y walkie-talkies el pasado mes de septiembre.
Estos ataques "se dirigieron a muchas personas en Líbano que se encontraban en sus lugares de trabajo" y violaron su derecho a tener un entorno laboral seguro, indicó Bayram este miércoles en rueda de prensa para explicar la razón por la que considera que la OIT podría tener competencia en el caso.
La intención de la protesta ante la OIT es, según el ministro, "crear un precedente y sensibilizar a la comunidad internacional con el fin de evitar que este tipo de crímenes ocurran en el futuro" también en otros países.
Bayram recordó que en los inéditos ataques de septiembre "más de 4.000 civiles fueron víctimas", incluyendo fallecidos o heridos que en algunos casos perdieron los dedos o la vista.
"Este ciberataque fue un precedente muy peligroso que debería ser condenado, no podemos considerar normal una situación en la que objetos ordinarios de uso normal se convierten en armas", destacó.
El ministro aseguró que Israel ha cometido numerosos ataques contra la humanidad en la actual escalada de hostilidades, y afirmó que "un combate, una guerra, debería librarse entre dos bandos combatientes o militares, no en escuelas u hospitales".
De Hizbulá, el que es uno de los dos ministros del Gobierno libanés afiliado a esa formación en conflicto con Israel defendió que "no es un partido foráneo sino que está presente en el parlamento, fue el que tuvo más votos en las últimas elecciones (2022) y es parte integral del tejido social del país".
Bayram subrayó que aunque Israel en ningún momento ha reivindicado su responsabilidad en los ataques de septiembre, su autoría está demostrada por medios de comunicación, analistas, o declaraciones de políticos israelíes que los celebraron.
También señaló que Líbano no descarta otras protestas ante foros internacionales por la actual ofensiva israelí, desde la Organización Mundial del Comercio (dado que los buscas y walkie-talkies fueron posiblemente intervenidos de forma ilegal durante su proceso de exportación al Líbano) o la Organización Mundial de la Salud (OMS), por los ataques a la infraestructura sanitaria. EFE
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