Lima, 5 nov (EFE).- Las autoridades peruanas, encabezadas por la presidenta Dina Boluarte, realizaron este martes el tercer simulacro nacional multipeligro del año para ensayar la respuesta de brigadistas y la población en caso de un terremoto de magnitud 8,8 seguido de un tsunami.
A partir de las 20:00 hora local (01:00 GMT), las sirenas y bocinas de emergencia dieron inicio al simulacro en Lima para poner en acción los planes de evacuación y atención de probables afectados, sólo unas horas después de que la capital peruana sintió efectivamente un sismo de magnitud 6, sin daños personales ni materiales.
En otras 17 regiones del país, el simulacro también se hizo en atención a un probable terremoto de gran magnitud.
La jefa de Estado supervisó el ejercicio en el colegio San Francisco de Borja, en el distrito de San Borja, en Lima, junto a los responsables del Instituto Nacional de Defensa Civil, bomberos y sanitarios.
En ese lugar, hubo demostraciones de búsqueda y rescate con la ayuda de perros, atención de heridos y soporte emocional.
El simulacro nocturno buscó que la población ensaye sus medidas de prevención en familia, la evacuación a zonas seguras y la preparación de una mochila de emergencia, con artículos de primeros auxilios y alimentos.
Este mismo martes, un sismo de magnitud 6 e inusualmente largo sacudió a las 14:39 horas (19:39 hora GMT) el departamento de Lima, donde vive un tercio de los peruanos, según informó el Instituto Geofísico de Perú (IGP).
El epicentro se ubicó a 50 kilómetros al sureste del distrito de Lunahuaná, a unas tres horas de la capital, y a 139 kilómetros de profundidad, por lo que se sintió con una intensidad V o "un poco fuerte", según el IGP.
Por su parte, la Dirección de Hidrografía y Navegación de la Marina de Guerra del Perú informó que el sismo no generó tsunami en el litoral peruano.
Perú está ubicado en una región conocida como el Cinturón de Fuego del Pacífico, donde se produce más del 80 % de la actividad sísmica mundial.
El último terremoto devastador en el país se produjo frente a la ciudad costera de Pisco en agosto de 2007, cuando un movimiento de magnitud 7.9 golpeó a esa localidad y toda la región sureña de Ica, con un saldo de más de 500 fallecidos, así como millonarias pérdidas en infraestructuras y viviendas EFE
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