La victoria de Trump impulsará a Wall Street y al dólar pero acarreará tipos más altos, según el mercado

Impacto de la victoria de Donald Trump en la economía global: aumento del dólar, perspectivas inflacionarias y efectos en mercados emergentes y europeos ante posibles aranceles comerciales

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La victoria del republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos impulsará la fortaleza de la Bolsa de ese país y al dólar, pero acarreará unas tasas de inflación más elevadas y, en consecuencia, una política monetaria más restrictiva, según los analistas del mercado consultados por Europa Press.

Los analistas de Ebury han enmarcado que los mercados no solo se están posicionando para una cómoda victoria de Trump en el colegio electoral, sino también para la perspectiva de un Congreso controlado por los republicanos: "Es clave para determinar la capacidad del presidente entrante para forzar cambios de política en el Gobierno de Estados Unidos", han explicado.

Asimismo, estas fuentes ya están constatando a algunos de los perdedores ante este cambio de calado en el panorama internacional: "Estamos asistiendo a ventas masivas de divisas de mercados emergentes, ya que los inversores descuentan la subida de los aranceles estadounidenses, los elevados riesgos geopolíticos y la mayor incertidumbre mundial bajo la presidencia de Trump".

Ligado a esto, el mercado está propiciando una importante depreciación del peso mexicano, entre otros, así como de compañías con exposición al país azteca, tal y como atestigua BBVA en la Bolsa española, que al mediodía cedía en toro a un 5%.

En cuanto a los ganadores en este escenario, el analista de IG, Sergio Ávila, ha apuntado que los futuros de acciones estadounidenses y el dólar han registrado alzas, reflejando la expectativa de los inversores sobre posibles políticas favorables a las empresas, como recortes fiscales y menos regulación.

En lo referente a Europa, Ávila ha valorado que, por el momento, la reacción ha sido más moderada y con cierta cautela ante el riesgo de una guerra comercial global que podría afectar las exportaciones del Viejo Continente en caso de que Trump implemente aranceles significativos.

Sobre el plano macroeconómico, los expertos de Lombard Odier han pronosticado que se puede esperar una economía estadounidense más dinámica, con un crecimiento por encima del potencial y una inflación superior al objetivo de la Reserva Federal (Fed): "Es probable que las tasas de interés también se sitúen por encima de las expectativas previas a las elecciones", han vaticinado, en tanto que "los fundamentos macroeconómicos siguen siendo un impulso para las inversiones".

De vuelta con la asignación de activos, estas fuentes han contextualizado que las acciones globales, además de las estadounidenses, también tienen potencial de subir en los próximos doce meses a medida que los ingresos aumentan y los márgenes se mantienen altos; con todo, han puntualizado que, en el mercado estadounidense, los sectores financiero, tecnológico y de defensa deberían tener un buen desempeño bajo una Administración Trump.

A su vez, han pronosticado buenos rendimientos para el crédito de alto rendimiento y el oro.

Por otra parte, los ejecutivos de Julius Baer han incidido en que, toda vez que también esperan un crecimiento ligeramente mayor, una inflación más alta y unos tipos de interés más elevados en Estados Unidos, se puede esperar una reacción inicial de "fuegos artificiales" en los mercados, ya que la victoria de Trump ha sido más clara y menos reñida de lo que preveía el mercado.

IMPACTO SEVERO EN ACCIONES EUROPEAS Y CHINAS

Siguiendo con estos expertos, han valorado que la posible implementación de aranceles comerciales tendría un impacto aún más severo en las acciones europeas y chinas, en tanto que se verían favorecidos en este contexto los sectores cíclicos, como los industriales y las empresas de mediana capitalización de calidad.

Además, han añadido que las preferencias políticas percibidas de Trump favorecen a segmentos como los bancos, el petróleo y el gas y las acciones de defensa.

El gestor de carteras de multiactivos de Janus Henderson, Oliver Blackbourn, ha apuntado que el resultado más sorprendente hasta ahora es la fortaleza de los mercados bursátiles fuera de Estados Unidos: "La renta variable europea y japonesa se está comportando bien, y la caída de China es quizá menor de lo que muchos temían, a pesar de las amenazas del presidente entrante al comercio mundial".

Dentro del ámbito de la renta fija, desde Juluis Baer han valorado que los bonos corporativos se han mantenido mucho más tranquilos y que, de hecho, han podido absorber parte del reciente aumento de los rendimientos mediante el ajuste de los diferenciales.

A contracorriente, el bono del Tesoro estadounidense a 10 años ha subido unos 80 puntos básicos desde mediados de septiembre, lo que se debe, según la firma, a la incertidumbre del mercado del Tesoro y a las tasas de déficit que soporta el país, en tanto que la retirada de impuestos de la Administración Trump agravaría esta situación.

"En otras palabras, seguiríamos absteniéndonos de ampliar la duración excesivamente [...] Un enfoque de duración equilibrada, con buenas oportunidades ahora en el rango de vencimientos de tres a siete años es nuestra estrategia preferida", han valorado sobre este punto.

LA EXPECTATIVA DE LAS REBAJAS FISCALES

"Lo más relevante sea, tal vez, las rebajas impositivas que se han prometido y que deberían impulsar de inicio al crecimiento económico, las bolsas y al dólar", ha hilado al respecto el director de inversiones y estrategia de mercados de Creand Asset Management en Andorra, David Macià.

Así, ha constatado que las políticas de Trump son "netamente inflacionistas y expanden el déficit, ya de por sí elevado, por lo que es de esperar también que suban los tipos de interés cotizados por los mercados".

Referido a esto, el gestor Blackbourn de Janus Henderson ha comentado que, con la perspectiva de menos recortes de los tipos de interés, los mercados de renta fija ya están preocupados por "la montaña de deuda estadounidense" y el aumento de los rendimientos del Tesoro a largo plazo.

"Los inversores deben tener cuidado de que la subida a largo plazo no empiece a convertirse en un problema para la economía", ha recomendado, si bien ha constatado que "el aterrizaje suave parece en general descontado".

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