La gestora La Financière de l'Echiquier (LFDE), que gestiona 72.000 millones de euros en activos bajo gestión, ha reforzado este miércoles su apuesta por España al lanzar en este mercado la comercialización de ocho fondos.
En concreto, se trata de los fondos 'Tocqueville Euro Equity ISR', 'Tocqueville Global Tech ISR', 'Tocqueville Small Cap Euro ISR', 'Tocqueville Value Europe ISR', 'Tocqueville Biodiversity ISR', 'LBPAM ISR Absolute Return Credit', 'LBPAM ISR Convertibles Europe' y 'LBPAM ISR Convertibles Monde', que se han sumado a los casi veinte vehículos que ya comercializaba la entidad en España.
En un encuentro con los medios para dar a conocer este anuncio, el responsable del negocio de España, Portugal y Latinoamérica, Iván Díez, ha ubicado este movimiento dentro de un proceso a largo plazo, sin necesidad de marcarse por el momento objetivos en forma de cifras.
"Queremos un crecimiento sano", ha apostillado al respecto, en tanto que ha insistido en el mensaje de que en el largo plazo se trata de "llegar y mantenerse".
Díez, que se incorporó a la firma el pasado mayo, ha destacado el plan de la financiera francesa como "un proyecto muy ambicioso, con una estrategia de expansión y de crecimiento internacional muy interesante".
Al hilo de esto, en el encuentro ha estado presente el consejero delegado de LFDE, Olivier de Berranger --que es además codirector de inversiones--, en lo que ha supuesto su primera visita a España para resaltar que el compromiso con el mercado español es "muy fuerte".
En un plano más amplio, de Berranger ha explicado los últimos movimientos corporativos. La gestora integró el pasado mayo a su homóloga francesa Tocqueville Finance con 27.000 millones en activos, en tanto que ambas quedan bajo el paraguas de LBP AM, situando, así, el total de activos bajo gestión en los 72.000 millones.
"Somos pequeños si nos comparamos con Amundi, BNP o ese tipo de actores, pero somos muy grandes si nos comparamos con nuestros competidores en términos de gestión activa", ha reivindicado a la par que ha puesto en valor el ADN diferencial y complementario de LBP AM, LFDE y Tocqueville, así como en cifras como 6.200 millones en inversión temática y 3.000 en 'value' (estilo de inversión que busca compañías infravaloradas por el mercado).
Precisamente sobre la gestión activa, ha reseñado que quieren mostrar que este tipo de gestión puede ofrecer un mejor rendimiento frente a la moda de la gestión pasiva. "Por supuesto, a veces ofrece más volatilidad, tal vez más caída cuando el mercado está muy nervioso, pero en el largo plazo ofrece mejor rendimiento", ha aducido.
Ligado a esto, ha puesto el foco en asuntos como la capacidad de innovación, en tanto que su fondo de Inteligencia Artificial (IA), lanzado en 2018, fue el segundo de esta tipología en Europa y el primero en Francia.
En un plano más amplio sobre la coyuntura macroeconómica, atravesada este jueves por la victoria incontestable de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos, de Berranger ha expresado su convicción en que la relajación monetaria a escala global va a seguir, si bien el previsible impacto inflacionista de las políticas de Trump puede cambiar el guion de la Reserva Federal (Fed).
En este punto, ha llamado a poner la atención sobre el desarrollo del mercado laboral, que ha ido debilitándose en los últimos meses a la par que el desempleo ha subido hasta el 4,1%, y a poner en cuarentena lo que ha estado diciendo a los votantes respecto a lo que finalmente hará en su vuelta al cargo. "En 2016, en su primer mandato, dijo que pondría aranceles al 45% de la importación de China, pero en realidad los puso al 20%", ha ejemplificado.
"Sería muy sorprendente que los aranceles a productos chinos alcancen el 45%; quizás los lleve del 20% al 30% y tardaría de dos a cuatro años en hacerlo", ha referido sobre las previsiones de una política más proteccionista y una guerra comercial, en tanto que ha incidido que es el impacto que tenga la política migratoria de Trump en el mercado laboral lo que condicionará en mayor medida a la inflación.
De su lado, ha instado a poner la atención en Europa, atrapada entre los ejes del mundo, Estados Unidos y China, puesto que su competitividad y manufactura se ve condicionada por los precios energéticos.
De hecho, ha considerado que ven oportunidades en China y que podrían reforzar posiciones en ese sentido a la espera de más anuncios de estímulo por parte de las autoridades del gigante asiático.
Según el jefe de la gestora, el entorno de la presidencia de Trump es favorable para los activos de riesgo por la menor presión regulatoria y fiscal. "Si quieres entender por qué el sector bancario en Europa ha bajado en comparación con el estadounidense durante los últimos 15 años solo tienes que comparar el nivel de regulación en ambas geografías", ha agregado al respecto en una valoración comparativa sobre el sector financiero.
Asimismo, ha apuntado a sectores como las petroleras, industria y farmacéuticas como ganadoras en este contexto frente a renovables y compañías relacionadas con la transición energética.
Por otra parte, ha puesto el foco en el interés creciente de los inversores institucionales en segmentos como las pequeñas y medianas cotizadas, que están subiendo con gran fuerza en los parqués de Estados Unidos por el espíritu proteccionista de Trump, mientras que en Europa arrojan unas valoraciones incluso inferiores a las registradas en la crisis financiera de 2008.
En crédito, ha expuesto su preferencia por el grado de inversión ('investment grade', en la jerga) en detrimento de la deuda de alto rendimiento ('high yield'), ya que el diferencial extra de rendimiento es ajustado.