La coalición del Gobierno alemán intenta in extremis esquivar la ruptura

Reuniones clave entre líderes del gobierno alemán para abordar discrepancias en políticas económicas y fiscales, mientras la coalición enfrenta una crisis de apoyo y posibles elecciones anticipadas

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Berlín, 6 nov (EFE).- Los líderes del gobierno de coalición alemán encadenan este miércoles reuniones a tres bandas y con la cúpula de los partidos para tratar de salvar in extremis un Gobierno que se encuentra a punto de la ruptura debido a las diferencias de verdes, liberales y socialdemócratas sobre las medidas a tomar para reactivar la maltrecha economía y cerrar el presupuesto para 2025.

El canciller socialdemócrata, Olaf Scholz, el vicecanciller y ministro de Economía, el ecologista Robert Habeck, y el titular de Finanzas, el liberal Christian Lindner, se reunían por la mañana y la tarde en la Cancillería antes de una crucial cita de la comisión de la coalición que también incluirá a los responsables de los partidos y de las fracciones parlamentarias.

Los encuentros se suceden en una jornada en la que las conversaciones solo se interrumpieron para una reunión ordinaria del gabinete y para hacer declaraciones sobre la seriedad de la situación, teniendo en cuenta ahora también la victoria del candidato republicano, Donald Trump, en las elecciones de EEUU.

Scholz aprovechó su comparecencia para llamar en clave nacional a la unidad en un clima de crispación y división en el debate político. "Podemos tener opiniones políticas y sociales diferentes, pero vivimos en un solo país. Es más lo que nos une que lo que nos separa", recalcó.

Habeck fue más claro, al afirmar que "la consecuencia de este resultado electoral en EE.UU. solo puede ser que Alemania no puede fallar (ahora) en Europa" por una ruptura de la coalición.

Esto significa que "el Gobierno debe ser absolutamente capaz de actuar" y hacer su trabajo, enfatizó.

Lindner destacó que en la Unión Europea, la OTAN y también en Berlín "ahora más que nunca tenemos que hacer los deberes en materia de política económica y de seguridad".

Para el jefe del Partido Socialdemócrata (SPD) Lars Klingbeil la jornada es "decisiva" para el futuro de la coalición, a la que ya solo la apoya un 14 % de los ciudadanos, según una encuesta de INSA.

La alianza lleva meses sacando a la luz pública sus diferencias, pero el detonante de la actual crisis ha sido una propuesta de Lindner para reactivar la economía, que está previsto se contraiga de nuevo en 2024, con exigencias inasumibles para sus socios.

Entre las medidas que quisiera ver en lo que ya se ha denominado "carta de divorcio" figuran recortes fiscales para las empresas, una relajación de los objetivos climáticos y una reducción de las subvenciones y prestaciones sociales.

El gesto de Lindner ya ha sido comparado con el documento que presentó en 1982 el entonces jefe del FDP y ministro de Economía Otto Graf Lambsdorff que llevó a la ruptura de la coalición entre liberales y socialdemócratas presidida por Helmut Schmidt.

A la crisis desatada ahora precedieron contraprogramaciones de cumbres con la industria, otra propuesta económica de Habeck con un fondo de inversión multimillonario que, en opinión de Lindner, implicaría endeudarse, y disputas sobre cómo cerrar el presupuesto de 2025, que ya tiene un déficit de más de 12.000 millones de euros.

Este agujero debe estar cerrado antes de la reunión igualmente decisiva de la Comisión de Presupuestos el 14 de noviembre, pero los socios de la coalición no se ponen de acuerdo en las prioridades.

Según fuentes del Partido Liberal (FDP) de Lindner citadas este miércoles por Bild, si los líderes del SPD y los Verdes no están dispuestos a apoyar este miércoles la "revisión fundamental" de las decisiones de política económica que exige éste "entonces el tren ya habrá pasado" y se romperá la coalición.

Los tres partidos de la alianza gubernamental han caído drásticamente en las encuestas, pero el partido de Lindner actualmente ni siquiera lograría el 5 % necesario para entrar en la Cámara Baja, por lo que su estrategia sería salirse cuanto antes de la coalición con la idea de tener más tiempo para remontar.

Si el trío consigue un acuerdo, el Ejecutivo seguirá funcionando previsiblemente hasta las elecciones generales previstas para el 28 de septiembre de 2025. Si fracasa, la alternativa sería un Gobierno en minoría de verdes y socialdemócratas que tendría que pactar cada proyecto político ante una oposición conservadora cada vez más popular en los sondeos.

Scholz podría también pedir un voto de confianza. De perderlo, se convocarían elecciones anticipadas, posiblemente para principios de marzo. EFE

(foto)

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