Ginebra, 6 nov (EFE).- La reciente condena de dos expolicías por el asesinato de la concejala de Río de Janeiro Marielle Franco y su conductor es un hito en la lucha contra la discriminación y la violencia, pero "todavía no se ha hecho completamente justicia", advirtieron este miércoles expertos de la ONU.
"Es un importante cambio de rumbo, pero la lucha por la justicia no ha terminado. Otros perpetradores involucrados en la planificación y ocultación de esos asesinatos deben rendir cuentas", indicaron 18 relatores especiales y otros expertos de Naciones Unidas en un comunicado conjunto.
Por ello, "las investigaciones deben continuar con arreglo a los estándares internacionales", añadieron los expertos, entre ellos la relatora sobre violencia contra la mujer, Reem Alsalem, y su homólogo sobre ejecuciones extrajudiciales, Morris Tidball-Binz.
Con todo, dieron la bienvenida al veredicto, subrayando que "da esperanza a las víctimas de discriminación estructural y violencia en Brasil".
"También es importante en la lucha más amplia contra la extendida impunidad en Brasil", agregaron.
Franco y su conductor, Anderson Gomes, fueron asesinados a tiros en 2018, y los autores confesos del crimen, Ronnie Lessa y Élcio Queiroz, fueron condenados el pasado 31 de octubre a 78 y 59 años de prisión, respectivamente.
La concejala, militante del izquierdista Partido Socialismo y Libertad (PSOL), destacó por ser una enérgica defensora de los derechos humanos de los más necesitados y por combatir a los grupos mafiosos que dominan las empobrecidas comunidades de Río.
"Denunció el racismo y la discriminación estructurales, así como la brutalidad policial. Ella misma sufrió la misoginia, el racismo, el clasismo y los prejuicios basados en la orientación sexual", recordaron los expertos en su nota. EFE