París, 6 nov (EFE).- España pasó a ser en septiembre uno de los 17 países de la OCDE con una inflación que no supera el 2 % interanual, de un total de 38 miembros, mientras la tasa para el conjunto de la organización volvió a reducirse ese mes al 4,4 %, tres décimas menos que en agosto.
En septiembre, la inflación interanual en España se quedó en el 1,5 %, ocho décimas menos que en agosto, gracias sobre todo al bajón de la energía.
Eso le permitió pasar a formar parte de los que no superan el 2 %, que en septiembre eran 17, dos más que el mes anterior, indica este miércoles en un comunicado la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Los países con tasas inferiores al 1 % en septiembre eran Lituania (0,5 %), Eslovenia (0,7 %), Italia (0,7 %), Finlandia (0,8 %) y Suiza (0,8 %), por no hablar de Costa Rica, el único con una inflación negativa (-0,1 %).
Ese mes disminuyó la inflación en 27 de los 38 miembros de la organización y aumentó en seis (Bélgica, República Checa, Noruega, Polonia, Portugal y Letonia).
El principal vector de reducción de la inflación en el conjunto de la OCDE en septiembre fue el descenso de los precios de la energía, del 2,2 % en términos interanuales, frente al descenso del 0,4 % que se había constatado en agosto.
Los autores de la estadística hacen notar que pese a la ralentización que se viene constatando desde hace meses, desde diciembre de 2019, es decir antes de que estallara la crisis de la covid, los precios medios en la organización han subido alrededor del 30 % hasta septiembre.
En la mayor parte de los países, el poder adquisitivo de los salarios por hora trabajada han compensado con creces ese incremento, aunque eso no ha ocurrido en Dinamarca, Noruega, Grecia, Países Bajos, Bélgica, Italia, Finlandia, Suecia y la República Checa, donde han perdido poder adquisitivo.
Además, la OCDE recuerda que el impacto de las subidas de precios no son homogéneas para todos los grupos sociales, porque las familias de la parte baja de la escala de remuneraciones son más sensibles a las alzas de la alimentación, la energía o la vivienda, que suponen un porcentaje más importante de sus gastos.
Y tanto los alimentos como la energía han experimentado incrementos más elevados que la inflación media desde la crisis de la covid. EFE