Londres, 6 nov (EFE).- La nueva líder del Partido Conservador británico, Kemi Badenoch, cuestionó este miércoles la actitud del primer ministro, el laborista Keir Starmer, hacia el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, en su debut en el Parlamento desde que el sábado llegó al cargo.
La política de 44 años, de origen nigeriano, demostró su estilo combativo al reprochar a Starmer durante la sesión semanal de control al Gobierno la actitud hacia Trump de los laboristas antes de que ganaran las elecciones británicas el pasado 4 de julio.
Badenoch inquirió si el jefe del Ejecutivo se disculparía en nombre del actual ministro de Exteriores, David Lammy, por declaraciones que hizo en 2018 en las que calificó al dirigente estadounidense de "sociópata misógino y simpatizante neonazi".
Starmer recordó que Lammy y él mantuvieron una conversación "constructiva" con Trump cuando cenaron juntos en septiembre en Nueva York y abordaron "muchos asuntos".
Badenoch, que el sábado se impuso a su rival Robert Jenrick en los comicios internos de los 'tories', preguntó también si el primer ministro invitará al presidente electo a dirigirse al Parlamento de Londres cuando visite el Reino Unido, algo que los laboristas objetaron durante su primer mandato en 2017.
Starmer se limitó a señalar que su Gobierno tratará con el líder de la Casa Blanca "asuntos de interés común" y cimentará "la importante relación especial" entre los dos países.
El dirigente laborista también recriminó a su vez a su nueva rival por calificar de "excesiva" la paga de maternidad durante su campaña electoral y de "exageradas" las críticas contra el Gobierno de su colega Boris Johnson por las fiestas ilegales en Downing Street durante la pandemia.
La elección de Badenoch para dirigir el primer partido de la oposición en el Reino Unido marca un cambio de tono frente a su antecesor, el más tecnócrata Rishi Sunak, que dimitió tras la histórica derrota de los conservadores en las urnas.
Desde su llegada al poder, Starmer se ha esforzado por su parte por forjar una buena relación con Trump, en previsión de que volviera al gobierno, entre el rechazo que el político estadounidense suscita entre los simpatizantes laboristas. EFE
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