El candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, ha prometido este lunes desde el estado de Pensilvania "rescatar a cada ciudad y pueblo que ha sido invadido y conquistado" en un discurso ya habitual en él contra los migrantes, a los que acusa de hacer de Estados Unidos un "país ocupado".
El expresidente ha dado un mitin en este disputado estado en el que ha acusado a todas las personas migrantes --con y sin documentación-- de perpetrar "invasiones militares sin uniformes" en el país. "Eso es todo lo que es", ha declarado, reiterando su promesa de ordenar una deportación masiva si se alza con la victoria este martes.
Durante su intervención, una de las cuatro programadas antes de cerrar su tercera carrera a la Presidencia estadounidense, Trump ha descrito un país en declive, "ocupado" por la población migrante, asegurando que "atacará" a las "bandas" y pidiendo, como ya ha hecho en otros actos, la pena de muerte para "cualquier inmigrante que mate a un ciudadano estadounidense o a un agente de la ley".
Por otra parte, el magnate ha lamentando el tiempo que se tarda en conocer los resultados, pidiendo que se vote en un solo día y en papel, en lugar de emplear máquinas de votación electrónicas.
En esta línea, Trump ha cuestionado la transparencia de las elecciones. "Creo que es demasiado grande para amañarlo. Lo intentarán. Y lo están intentando, pero es demasiado grande para amañarlo. Este es un gran movimiento. Lo hicimos genial en 2016, lo hicimos mucho mejor en 2020, pero pasaron muchas cosas malas", ha declarado.
El republicano ha sugerido que los estados juegan un papel en los resultados electorales, puesto que "hacen la colecta, por así decirlo, y tienen que recibir órdenes del Gobierno federal". Por ello, ha insinuado que "arreglen" el sistema: "No podemos permitir que esto ocurra. Tenemos que ganar a la antigua usanza y arreglarlo".
En otro orden de cosas, Trump ha asegurado que impondrá fuertes aranceles a sectores como el automóvil de México y el acero fabricado, con el objetivo de rejuvenecer la industria manufacturera estadounidense, prometiendo acabar con la inflación y achacando además a la candidata demócrata, Kamala Harris, "cuatro años de infierno económico para los trabajadores estadounidenses".
"Si Kamala Harris consigue cuatro años más, nuestra economía nunca podrá recuperarse. Si yo gano, construiremos rápidamente la mayor economía de la historia del mundo", ha asegurado.
Los ciudadanos estadounidenses están llamados este martes a las urnas para determinar el futuro político del país durante los próximos cuatro años. La vicepresidenta aspira a prolongar el Gobierno demócrata ante un Donald Trump que busca hacer historia volviendo a la Casa Blanca cuatro años después, en un contexto en el que las encuestas evitan dar por sentada la victoria de alguna de las dos candidaturas.