El Cairo, 5 nov (EFE).- Un total de 394 personas han sido detenidas en Baréin por haber expresado su solidaridad con el grupo libanés chií Hizbulá o el palestino Hamás desde el 7 de octubre de 2023, fecha del ataque de este último contra Israel, que fue seguido por la guerra en Gaza, informó una ONG bahreiní.
En un comunicado difundido este martes, la opositora Autoridad de Asuntos de Prisioneros de Baréin apuntó que 344 de los detenidos son bareiníes, y el resto ciudadanos de otros países.
"A varios de ellos se les acusó de humillar a un Estado amigo por pisotear o quemar la bandera israelí", mientras que a "la mayoría de los ciudadanos detenidos han sido acusados de reunión ilegal y disturbios por su participación en manifestaciones pacíficas en solidaridad con los pueblos libanés y palestino", se apunta en la nota.
"Glorificar a una figura o entidad terrorista" es también una de las acusaciones dirigidas contra aquellos que fueron arrestados por expresar su simpatía con el exlíder de Hizbulá Hasán Nasrala, asesinado a finales de septiembre en un bombardeo israelí al sur de Beirut, o "por simplemente compartir sus fotografías" en las redes, añadió.
La ONG no especifica si todas esas personas siguen en custodia, si bien afirma que la cifra de arrestados "no incluye a unos 150 que han sido citados por haber compartido un mensaje sobre Hasán Nasrala", y puestas en libertad tras firmar un "compromiso por escrito de no volver a hacerlo".
La Autoridad de Asuntos de Prisioneros de Baréin informó la semana pasada que sólo durante octubre pasado registró 87 detenciones de ciudadanos bareiníes, de las cuales 62 permanecían encarceladas por presuntamente "manifestar su solidaridad con el pueblo libanés y palestino".
Baréin, de unos 1,6 millones de habitantes, más del 70 % de ellos chiíes, firmó en 2020 junto con Emiratos Árabes Unidos (EAU) los acuerdos de Abraham, gracias a los que estableció relaciones diplomáticas y comerciales con Israel.
Ese pequeño reino del golfo Pérsico fue escenario desde 2011 de protestas populares para pedir reformas políticas, y desde entonces diversas organizaciones internacionales han denunciado numerosos casos de tortura, represión y encarcelamiento de opositores por motivos políticos o religiosos.
Grupos de la oposición chií, como Al Wefaq y Al Waad fueron proscritos en 2016 y sus líderes están acusados de incitar al odio y llamar a la desobediencia e incluso de conspirar con Irán, que lidera la rama chií del islam, contra el Gobierno de la familia real suní Al Jalifa. EFE