Cracovia (Polonia), 5 nov (EFE).- Miles de policías de toda Polonia han pedido este martes la baja laboral por enfermedad de manera simultánea para protestar por sus condiciones laborales, lo que ha causado preocupación por su impacto en la seguridad de la manifestación nacionalista anual del próximo 11 de noviembre en Varsovia.
La huelga encubierta cuenta con unos 20.000 participantes, según declaró este martes a la prensa polaca Jacek Łukasik, presidente del Comité de Protesta de Solidaridad de la Policía.
Los agentes polacos denuncian salarios insuficientes, falta de equipamiento básico y una grave escasez de personal, que sus representantes estiman en al menos 25.000 nuevas plazas que deberían crearse de forma adicional a las 90.000 existentes ahora mismo.
Las bajas laborales, que en algunas agrupaciones como Tráfico han llegado a ser solicitadas por el 35 % de los agentes, han llevado al Ministerio del Interior a pedir confirmaciones por escrito de los facultativos.
Además, ha reclamado que se examine a todos los que aseguren estar enfermos de "gripe canina", como los propios policías han llamado a su protesta, en referencia al nombre despectivo de "perros" con que se conoce a los agentes del orden en Polonia.
Los sindicatos policiales exigen un aumento salarial del 15%, la indexación de las pensiones tras 18 años de servicio y la vinculación del presupuesto policial al crecimiento del producto interior bruto (PIB), así como la equiparación de sus prestaciones sociales con las de los militares, especialmente en materia de subsidios para alojamiento y vacaciones.
Estas protestas han generado preocupación por su posible impacto en la capacidad de la Policía para controlar las manifestaciones nacionalistas previstas para el 11 de noviembre en Varsovia y que en ediciones pasadas han dado lugar a incidentes violentos y destrozos.
Los 'voivodatos' de Pequeña Polonia (sur), Silesia (sur), Gran Polonia y Łódź (centro), donde se encuentran las principales ciudades del país (Varsovia, Cracovia y Lódz) son los más afectados por la huelga encubierta.
La portavoz de la Jefatura de Policía, Katarzyna Nowak, insistió hoy en una rueda de prensa en que "la seguridad ciudadana no se verá comprometida" y afirmó que "se mantiene la continuidad del servicio y que las protestas no supondrán una amenaza para la seguridad".
Por su parte, el representante del Comité de Protesta advirtió que, si la huelga persiste, los altos mandos de la policía podrían verse obligados a cubrir las vacantes con agentes jubilados o en reserva, lo que afectaría la seguridad de eventos como las manifestaciones del 11 de noviembre. EFE