Roma, 5 nov (EFE).- Las operaciones en el Mediterráneo del buque italiano 'Libra', utilizado por el Gobierno de Giorgia Meloni para trasladar inmigrantes a sus polémicos centros de retención en Albania, prosiguen este martes, esta vez rodeadas por la discreción.
El barco de la Marina italiana se halla en aguas internacionales a 20 millas (32 kilómetros) al sur de la isla de Lampedusa (sur), a la espera de interceptar alguna barcaza zarpada del norte africano.
El Gobierno de la ultraderechista Meloni está utilizando este buque para acoger en alta mar a determinados inmigrantes -hombres adultos y sanos llegados de países considerados seguros- y llevarlos después a los centros de retención italianos construidos en Albania.
Se trata de una operación de selección hecha en medio del mar, con la presencia de técnicos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Pero, dado el clamor que suscitó la primera vez que se realizó, el pasado 16 de octubre, ahora se está llevando a cabo con la máxima discreción, según reconocen a EFE fuentes de a bordo.
Por ejemplo, ayer por la tarde ya se acogió en el buque 'Libra' a un primer grupo de inmigrantes, se estima que unos 8, pero ni siquiera se han dado datos oficiales sobre estas personas.
Poco después, el ministro del Interior, Matteo Piantedosi, se limitó a anunciar que las operaciones de transporte de inmigrantes a Albania "pueden reanudarse" y que este proyecto "continuará", pese a que algunos tribunales lo están minando con sus sentencias.
La operación pretende destinar a dos centros abiertos en Albania, los de Gjader y Schengjin, al otro lado del Adriático, a inmigrantes irregulares que, en principio, no tengan razones fundadas para pedir el asilo en Italia, agilizando así su eventual repatriación.
La primera vez que Meloni puso en marcha esta estrategia fue el 16 de octubre, pero resultó fallida: el buque solo llevó a 16 inmigrantes de Egipto y Bangladés y 4 de ellos tuvieron que ser devueltos inmediatamente a Italia por ser menores o "vulnerables".
Poco después, los doce restantes también tuvieron que ser también sacados de Albania y llevados a Italia porque un Tribunal de Roma determinó que ni Egipto ni Bangladés podían ser considerados "países seguros", amparándose en una sentencia del Tribunal de Unión Europea (TJUE).
Esto supuso el inicio de un duro enfrentamiento entre el poder Ejecutivo y el Judicial. El Gobierno reaccionó blindando por ley la lista de "países seguros" y manteniendo en la misma a Egipto y Bangladés.
De este modo pretende que un eventual inmigrante egipcio que sea interceptado por el buque 'Libra' y llevado a los centros albaneses pueda ser repatriado más rápida y fácilmente.
Meloni insiste así en sacar adelante este plan que, en su puesta en marcha, despertó un gran interés entre sus socios comunitarios, pero que se está viendo amenazado por las repetidas sentencias de algunos tribunales italianos.
Este lunes, el Tribunal de Catania (sur) -como hizo el de Roma- anuló el arresto de un egipcio manteniendo que Egipto no es un país seguro y llevando así la contraria a la ley gubernamental, mientras que el Tribunal de Bolonia (norte) se ha dirigido a la justicia europea para que valore la legitimidad de este protocolo migratorio.
Desde el Gobierno, casi nadie habla sobre este nuevo intento de sacar adelante la "Operación Albania".
El único que se ha expresado ha sido el vicepresidente y líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, quien ha asegurado que Egipto no solo "es un país seguro" sino que "cada vez es un destino más reclamado para las vacaciones".
"Egipto es un país seguro para todos menos para los clandestinos que, según algunos jueces de izquierda, no pueden volver", lamentó.
Mientras, el buque 'Libra' continúa esperando la interceptación de más inmigrantes en el Mediterráneo central con la intención de poner rumbo a Albania a finales de esta semana, según barajan las fuentes consultadas, aunque esto dependerá de si llegan más pateras. EFE