El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha condenado este lunes la creciente pérdida de vidas humanas en los combates entre el Ejército israelí y el partido-milicia chií libanés Hezbolá, mostrando su "grave preocupación" ante la escalada de hostilidades entre las partes desde el 8 de octubre de 2023, cuando Israel inició una ofensiva militar en la Franja de Gaza en represalia a los atentados de la víspera del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
"El creciente impacto de los combates entre las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y los militantes de Hezbolá sobre la población civil libanesa es motivo de grave preocupación", ha declarado su portavoz, Stéphane Dujarric, haciendo un llamamiento a "todos" los actores en conflicto a "proteger a los civiles y las infraestructuras civiles", en línea con lo estipulado por el Derecho Internacional.
Asimismo, Dujarric ha exigido a ambas partes a que terminen con la violencia "de inmediato" y ha recordado que la ONU "sigue apoyando los esfuerzos en pro de un alto el fuego y una solución diplomática".
Estas palabras se producen después de conocer que la destrucción en Líbano por los combates entre Hezbolá e Israel y la consiguiente campaña militar israelí contra el país ya supera a la registrada al violentísimo conflicto armado que libraron ambas partes en 2006.
A mediados de julio de ese año, una emboscada de la milicia chií a un grupo de militares israelíes desencadenó cuatro semanas de combates que se saldaron con unos 2.000 libaneses fallecidos, más de la mitad civiles. Más de 150 militares y 40 civiles israelíes murieron en este conflicto.
"En el sur de Líbano, las fuerzas de mantenimiento de la paz informan de que las operaciones de las FDI han continuado, con enfrentamientos con Hezbolá. Mientras tanto, también informan de que Hezbolá ha seguido lanzando aviones no tripulados y decenas de cohetes hacia el sur, en dirección a Israel", ha señalado Dujarric.
Más de 3.000 personas han muerto y más de 13.492 han resultado heridas en los ataques perpetrados por el Ejército de Israel en el último año, especialmente desde mediados de septiembre, cuando redoblaron su ofensiva contra Hezbolá.