Luis Miguel Pascual
París, 5 nov (EFE).- Cuando ves salir por la puerta al jugador que ha marcado más de un tercio de los goles de tu equipo y optas por no tirar de talonario para sustituirlo, creas un vacío que solo el colectivo puede llenar.
Ese es el planteamiento del entrenador del París Saint-Germain, Luis Enrique, para colmar la ausencia de Kylian Mbappé, que la pasada campaña logró 44 de los 124 goles del club de la capital.
Ante la patente falta de confianza que tiene en Randal Kolo Muani, que no entra en sus planes para ser titular, el técnico español confiesa que "las soluciones se buscan en equipo".
"Ir al mercado no es la solución", reconoce el técnico asturiano en vísperas de recibir al Atlético de Madrid, que no se muestra inquieto por la caída del acierto ofensivo de su equipo, aunque reconoce que lo están trabajando en los entrenamientos.
Por ahora, los números de Mbappé los están cumpliendo la pareja ofensiva formada por Ousmane Dembélé y Bradley Barcola, dos extremos que están asegurando al conjunto francés el liderazgo claro de la liga, aunque su rendimiento baja enteros en Europa.
Entre los dos suman 13 goles en 31 partidos, dos quintos del total, un porcentaje similar al de Mbappé en los trece primeros partidos de la pasada campaña.
Hasta el punto de que en la capital francesa comienza a planear la duda de su la dependencia de Mbappé no ha sido sustituido por otra de su pareja de extremos, sin los cuales el equipo ha conseguido solo cuatro dianas en lo que va de campaña.
El peor partido del año lo jugaron sin duda en Londres contra el Arsenal, cuando Luis Enrique decidió dejar fuera de la convocatoria a Dembélé por una presunta indisciplina.
Luis Enrique rechaza las comparaciones y se muestra sereno sobre las capacidades de su equipo que, asegura, crea mucho peligro, aunque luego, como le sucedió contra el PSV, le falte la puntería, lo que le llevó a un empate ante su público que dificulta la clasificación del PSG para octavos de final.
Aunque queda camino por delante, en el cuartel general parisiense saben que el acierto de cara al gol es una asignatura pendiente y el propio Luis Enrique reconoce que hay que trabajar en ello.
El margen de error es cada vez menor, porque tras la visita del Atlético de Madrid el calendario parisiense se complica: duelo en Alemania contra el Bayern de Múnich, encuentro en Austria frente al Salzburgo, recepción en casa del Manchester City y cierre en Stuttgart.
El entrenador español se muestra convencido de que su estilo de juego, basado en la posesión del balón, les garantizará goles, pero estos tienen que llegar lo antes posible, porque el nuevo formato de la Liga de Campeones puede deparar sorpresas.
Si la confianza en sus dos extremos parece creciente, Luis Enrique no termina de encontrar el "falso 9" que les acompañe. El surcoreano Kang Lee-in ha desempeñado ese papel en los dos últimos partidos europeos, sin que los resultados hayan sido satisfactorios.
El español Marco Asensio puede tomar el relevo frente al Atlético de Madrid, lo que abriría una nueva vía de trabajo al entrenador español.
Entre tanto, es el defensa Achraf Hakimi está siendo el encargado de transformar el torrente de ocasiones que genera el equipo, como sucedió frente al PSV, autor del único gol parisiense, insuficiente para evitar un comprometedor empate.
El del marroquí es el único tanto logrado en la Liga de Campeones esta temporada por el PSG, que derrotó al Girona en la primera jornada con un gol en propia puerta del meta argentino Paulo Gazzaniga en el minuto 90. EFE