El Ministerio de Exteriores de Rusia ha denunciado este lunes que la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Moldavia de este domingo han sido el proceso electoral más "antidemocrático" de la historia del país, y en el que la presidenta Maia Sandu ha logrado la reelección con un 55,33 por ciento de los votos ante el aspirante prorruso Alexandr Stoianoglo.
La diplomacia rusa ha denunciado en un comunicado que en este proceso electoral se ha registrado una "represión sin precedentes" contra la oposición y los medios independientes, especialmente los de habla rusa; "interferencia abierta" de países occidentales en el proceso; y un "uso a gran escala" de recursos administrativos por parte de las autoridades.
Asimismo, Moscú ha denunciado una "discriminación oficial" por parte de Chisináu contra los votantes moldavos residentes en Rusia, y es que en el país euroasiático se instalaron dos colegios electorales para el medio millón de moldavos; mientras que en el resto de "Europa occidental y América del Norte", donde también vive medio millón de moldavos, se instalaron "más de 200 colegios electorales".
Rusia justifica sus críticas precisamente en los resultados oficiales de las elecciones, que muestran que Sandu ha logrado la victoria gracias al voto de "la diáspora moldava que vive en países occidentales". Para Moscú, la población residente en Moldavia "ha aprobado una moción de censura al actual presidente" y sus políticas.
Para Moscú, los votantes en territorio moldavo han confirmado su rechazo al "desmantelamiento de la identidad nacional moldava y del estatus neutral consagrado en la Constitución de la República", y que abogan por preservar "los vínculos centenarios con Rusia", que a lo largo de la historia "ha sido y será un vínculo confiable y amigo del pueblo moldavo".
"Los resultados de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales confirmaron la presencia de una profunda división en la sociedad moldava, que surgió durante la primera vuelta y el referéndum sobre la membresía en la UE. Esta polarización fue provocada por las políticas miopes de los dirigentes del país y la grave interferencia de países occidentales", añade el texto.
"Expertos y politólogos señalan numerosas violaciones y falsificaciones por parte de las autoridades. Llaman la atención sobre la opaca organización del voto por correo, que abre posibilidades de fraude", ha añadido la diplomacia rusa, que asegura que durante los comicios hubo "violaciones" del proceso "generalizadas y obvias".
De hecho, considera que la situación es tal que ni siquiera la misión de observación de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), a la que acusa de ser "conocida por su parcialidad", ha podido hacer "la vista gorda"; y aprovecha para denunciar la prohibición de entrada a Moldavia de tres observadores rusos de esta misión.
Finalmente, la diplomacia rusa ha hecho un llamamiento a los dirigentes moldavos para que "no profundicen la división en la sociedad ni sigan el ejemplo de los acreedores occidentales, sino que tomen el camino del respeto a los intereses de la mayoría de sus propios ciudadanos que viven en Moldavia y no en los países occidentales".