La Autoridad Palestina ha acusado este lunes a Israel de "ignorar todas las normas internacionales" con su prohibición de las actividades de Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) y ha recalcado que el objetivo de las autoridades israelíes es "liquidar" el asunto de los refugiados palestinos huidos de los territorios tras la creación del Estado de Israel en 1948.
Nabil abú Rudeina, portavoz del presidente palestino, Mahmud Abbas, ha dicho que Israel busca "eliminar el derecho al retorno" y "obstruir" las actividades de la agencia, por lo que ha reclamado a la comunidad internacional "adoptar pasos serios y tangibles sobre el terreno contra Israel" para que rinda cuentas por las "graves repercusiones" de esta decisión.
Asimismo, ha condenado el asalto perpetrado este mismo miércoles por un grupo de colonos contra la localidad cisjordana de Al Biré, que se ha saldado con la quema de cerca de 20 vehículos, y ha ahondado que estos hechos son "resultado de la continuada guerra de exterminio lanzada por el Ejército del Estado ocupante contra el pueblo palestino".
Por ello, ha solicitado a la comunidad internacional que "presione" a Israel para que "detenga todas las medidas y violaciones contra los palestinos" y que "obligue" al país a "respetar todos los acuerdos firmados", tal y como ha recogido la agencia palestina de noticias WAFA.
Las palabras de Abú Rudeina han llegado horas después de que Israel haya notificado de forma oficial al presidente de la Asamblea General de la ONU, Philemon Yang, que ha puesto fin a la cooperación con la UNRWA, después de que su actividad fuera prohibida hace una semana por el Parlamento israelí.
Israel aduce desde hace años que la UNRWA es una agencia inoperante y, desde el estallido de la ofensiva contra la Franja de Gaza, cómplice del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) en sus ataques ejecutados contra el país el 7 de octubre de 2023, que dejaron cerca de 1.200 muertos y unos 250 secuestrados, según las autoridades israelíes.
En marzo acusó a un número importante de trabajadores de la UNRWA de formar parte "de grupos terroristas", lo que movió a una quincena de países a congelar los fondos, privándole de golpe de 450 millones de dólares. Sin embargo, a mediados de abril, la investigación externa encabezada por la exministra de Exteriores francesa Catherine Colonna descartó que las autoridades israelíes proporcionaran pruebas que acreditasen los presuntos vínculos terroristas atribuidos a varios de los empleados de la UNRWA.