Roma, 4 nov (EFE).- El español Álvaro Morata, líder indiscutible de la ofensiva del Milan, solo ha marcado 2 goles y ha dado 1 asistencia en sus 13 partidos como milanista: escasos resultados que son fruto del excesivo sacrificio que realiza el exjugador del Real Madrid fuera del área.
Morata vuelve al Bernabéu para vivir una gran noche de 'Champions', la que espera sea la primera con su nuevo equipo, con el que todavía no se ha estrenado en esta máxima competición continental. Su llegada a Milán, en Serie A, sin embargo, fue por todo lo alto. Salió de suplente en el duelo ante el Torino y marcó el gol que incitó el despertar del equipo. Se ganó el cariño de la afición en apenas media hora el pasado 17 de agosto.
Desde entonces, solo un gol y una asistencia más. Ha ido ganando enteros y convirtiéndose en un líder, en un referente fuera del vestuario con declaraciones después de cada partido aplaudidas por los 'rossoneri', pero sin resultados palpables en la estadística. Ha asumido los galones en un vestuario en ocasiones desprovisto de líder, pero siempre con humildad para no generar controversia dentro del mismo.
La evidente cuenta pendiente de Morata esta temporada, la falta de gol, se justifica con un excesivo trabajo fuera del área. La pasada campaña a estas alturas acumulaba más del triple de dianas. Eso sí, en Italia, su labor va más allá que cargar el área. Facilita salida de balón, aparece para mejorar la circulación ante las complicaciones del Milan e intenta nutrir de balones a Pulisic y Leao, las grandes amenazas.
Es una nueva faceta del madrileño, mucho más participativo en la base de la jugada, más acertado en el desarrollo de los contragolpes y actor principal en la construcción de las acciones de peligro. Suya fue la asistencia del gol que marcó el Milan al Liverpool. Y acumula un 85% de pases en Liga de Campeones, según las estadísticas de la UEFA.
Datos que no terminan ahí. En los 178 minutos que ha disputado en 'Champions', ha completado 36 pases de los 41 que ha intentado. De los 25 que ha intentado en media distancia, 22 fueron con éxito.
El objetivo del Milan, sin embargo, es el de evitar que sea Morata el que tenga que hacer esto para dejarle como referente arriba para que pueda hacer lo que el equipo más necesita, los goles.
También se ha erigido el capitán de la selección española campeona de Europa como un jugador importante en los planteamientos defensivos. Ejecuta las presiones con inteligencia para comprometer la salida del rival y, sin ir más lejos, ante el Udinese fue clave cuando su equipo se quedó con 10 en la primera mitad, doblando esfuerzos en defensa para mantener el marcador y certificar la victoria.
De hecho, en los últimos tres partidos sumó dos tarjetas amarillas por esfuerzos en defensa que acabaron en falta, que se suman a las otras tres que acumulaba ya, haciendo un total de cinco. Morata trabaja en exceso fuera del área por las complicaciones del Milan, un desempeño en ocasiones contraproducente porque el equipo sufre no tener a su delantero referente en el área preparado cuando más lo necesita. EFE