Los socialistas de Flandes, Vooruit, han cerrado la puerta este lunes a formar parte del Gobierno federal de Bélgica, dominado por fuerzas de derecha, al señalar como inasumible el acuerdo diseñado por la Nueva Alianza Flamenca (N-VA), que lidera las negociaciones para formar Ejecutivo tras hacerse con la victoria en las elecciones del pasado 9 de junio.
Este lunes, el líder nacionalista flamenco, Bart de Wever, ha informado al rey Felipe de Bélgica sobre sus contactos fallidos para la conformación de un Gobierno federal, momento en el que ha confirmado su renuncia al encargo, si bien el monarca le ha prorrogado el mandato hasta el próximo 12 de noviembre, cuando espera el resultado de nuevas consultas.
Todo después de que Vooruit se haya desmarcado de las conversaciones al entender que la propuesta socioeconómica en la que trabaja De Wever se escora demasiado a la derecha. Los socialistas flamencos quedarían enmarcados en un gobierno con la N-VA, los democristianos flamencos de CD&V, y los liberales y democristianos francófonos, MR y Les Engagés, respectívamente.
Según informa la prensa belga, el líder de los socialistas flamencos, Conner Rosseau, considera que la propuesta es demasiado derechista y frente a la negativa del resto de formaciones a modificar el texto ha señalado su intención de retirarse de las negociaciones.
En términos prácticos, De Wever seguirá al menos una semana más al frente de las negociaciones para cerrar una alianza de gobierno y todo apunta a que ahora buscará alternativas, con las miradas puestas en los liberales flamencos del Open Vdl. Se trata de la formación del actual primer ministro, Alexander De Croo, quien afirmó que su partido iría a la oposición tras el batacazo sufrido en las elecciones de junio. En cualquier caso sus 8 escaños serían clave para alcanzar la mayoría parlamentaria tras la maniobra de Vooruit.
Las diferencias en cuestiones económicas ya hicieron descarrilar las negociaciones en septiembre, después del choque entre liberales francófonos y socialistas flamencos sobre la introducción de un impuesto a las plusvalías en la venta de activos financieros como acciones y bonos.
En las elecciones federales del pasado junio, la N-VA fue la formación más votada con el 16,7% de los sufragios en todo el país, por delante de la ultraderecha de Vlaams Belang. En Valonia triunfó el MR, con un 10,3% del total de los votos. El sistema belga donde las familias políticas tienen partidos espejo en Flandes y Valonia hace que el Ejecutivo federal dependa de complejas coaliciones.