París, 4 nov (EFE).- La segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Moldavia de este domingo, que dieron la victoria a la europeísta Maia Sandu, se celebraron "con eficacia y profesionalidad", según los observadores del Consejo de Europa y de la OSCE.
Los comicios permitieron ofrecer a los votantes "la posibilidad de elegir entre alternativas políticas genuinas", destacaron en sus conclusiones preliminares los observadores de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa y de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
No obstante, también hicieron notar que los diez días de campaña para esta segunda vuelta "estuvieron marcados por un aumento de la retórica negativa de todo el espectro político" contra los dos contendientes, Sandu y el socialista prorruso Alexandr Stoianoglo, que en cualquier caso "pudieron hacer campaña libremente".
Igualmente señalaron que sobre la campaña planearon "los problemas planteados por la injerencia extranjera y la compra de votos", en una alusión apenas velada a las presiones de la Rusia de Vladímir Putin.
A ese respecto, subrayaron que durante la campaña de la segunda vuelta hubo continuas investigaciones sobre las injerencias extranjeras y las tramas de compra de votos para influir en la primera vuelta y en el referéndum constitucional que se celebró entonces para decidir sobre la perspectiva de un futuro ingreso de este pequeño país en la Unión Europea.
La jefa de la delegación de la APCE, la socialista noruega Jone Blikra, afirmó que "estas elecciones se organizaron en circunstancias extremadamente difíciles, con planes sin precedentes para corromper el proceso electoral".
"Pese a ello -añadió Blikra- la administración electoral merece todo nuestro reconocimiento por un trabajo bien hecho. Nada de eso habría sido posible sin los cientos de mujeres comprometidas que trabajaron en los colegios electorales".
Los observadores dan cuenta de ciertas críticas, como el hecho de que Sandu, presidenta en ejercicio, siguió beneficiándose en la segunda vuelta "del mal uso de los recursos públicos, aunque mucho menos que en la primera vuelta, y de una cobertura mediática desequilibrada".
Sobre ese punto, su conclusión es que no se ofreció igualdad de oportunidades a los dos contendientes.
La razón es que aunque los cuatro canales de televisión dedicaron tiempos de emisión bastante equitativos en los informativos, "mostraron un sesgo preocupante en su tono, con una cobertura de Sandu casi exclusivamente positiva o neutra", mientras la de Stoianoglo "fue más crítica", en concreto "menos positiva y algo negativa en los programas editoriales".
Para la coordinadora especial y jefa de la delegación de la Asamblea Parlamentaria de la OSCE, Lucie Potuckova, "la alta participación electoral, en particular de las mujeres, tanto en Moldavia como en el extranjero, refleja un fuerte compromiso con la configuración del futuro del país".
Este proceso estuvo bien gestionado en los colegios electorales y demuestra que los moldavos de todas las tendencias políticas pueden reunirse y comunicarse de forma abierta y respetuosa", comentó Potuckova.
En el informe preliminar, los observadores internacionales no entran de forma específica en la cuestión del voto de los moldavos en el extranjero (más de 300.000), que es el que ha dado la victoria a Sandu, y que ha sido impugnado por el Partido Socialista, gran apoyo de Stoianoglo, al que considera el verdadero ganador.
Sandu recibió el apoyo del 55,33 % de los votantes, frente al 44,67 % de los votos que cosechó su rival, que sin embargo fue el más votado (51,19 %) entre los electores en Moldavia, según los datos de la Comisión Electoral Central. EFE