El Gobierno de Israel ha confirmado este lunes que ha notificado de forma oficial al presidente de la Asamblea General de la ONU, Philemon Yang, que ha puesto fin a la cooperación con la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), después de que su actividad fuera prohibida hace una semana por el Parlamento israelí.
El representante de Israel ante Naciones Unidas, Danny Danon, ha publicado a través de su perfil en la red social X la carta enviada por el director general del Ministerio de Exteriores, Jacob Blistein, que también ha sido remitida al secretario general de la ONU, António Guterres, sosteniendo que, "a pesar de las pruebas abrumadoras" que presentaron, el organismo internacional "no hizo nada para rectificar la situación".
"El Estado de Israel seguirá cooperando con las organizaciones humanitarias, pero no con las organizaciones que promueven el terrorismo contra nosotros", ha manifestado el diplomático israelí. En la misiva, por su parte, las autoridades han recordado que la norma entrará en vigor al cabo de un período de tres meses y han agregado que durante ese periodo "seguirán trabajando con socios internacionales" para "garantizar la entrega de ayuda humanitaria a los civiles en Gaza de manera que no socave la seguridad de Israel".
El ministro de Exteriores israelí, Israel Katz, ha informado a través de un comunicado en la página web de su cartera ministerial que había ordenado a Blitstein que notificara a la ONU de la cancelación del acuerdo entre Israel y la UNRWA, firmado en 1967, al considerar que la organización "es parte del problema en la Franja de Gaza y no de la solución".
"Hemos presentado a la ONU innumerables pruebas sobre los agentes de Hamás que trabajaban en la UNRWA y sobre el uso de las instalaciones de la UNRWA para esos fines y no se hizo nada al respecto. Además, la UNRWA optó por no implementar las recomendaciones de la propia ONU", ha sostenido.
El jefe de la diplomacia israelí ha hecho así referencia a la investigación externa encabezada por la exministra de Exteriores francesa Catherine Colonna, que concluyó que, si bien tiene margen de mejora en cuestiones como neutralidad o transparencia, descartaba la acreditación de vínculos terroristas atribuidos a los trabajadores.
"No crean a quienes les dicen que no hay sustituto para la UNRWA: incluso ahora la gran mayoría de la ayuda humanitaria se entrega a través de otras organizaciones, y sólo el 13 por ciento de ella se entrega a través de la UNRWA", ha afirmado, después de que la comunidad internacional haya alertado de las consecuencias a nivel humanitario de suspender la labor de la agencia.
Israel aduce desde hace años que la UNRWA es una agencia inoperante y, desde el estallido de la guerra de Gaza, cómplice de del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) en sus ataques al país. En marzo acusó a un número importante de trabajadores de la UNRWA de formar parte "de grupos terroristas", lo que movió a una quincena de países a congelar los fondos, privándole de golpe de 450 millones de dólares.