Las autoridades de la Franja de Gaza, controladas por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), han señalado este lunes que la decisión de Israel de prohibir las actividades de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) supone "una catástrofe histórica" para millones de refugiados palestinos y "un flagrante desafío" a Naciones Unidas y el Derecho Internacional.
"Reclamamos la expulsión de la ocupación israelí de las instituciones internacionales y de la ONU", ha manifestado la oficina de prensa de las autoridades gazatíes, que ha recalcado que Israel "sigue cometiendo violaciones legales y ataques contra las resoluciones internacionales", según un comunicado publicado a través de su cuenta en Telegram.
Así, ha apuntado que la "peligrosa" decisión tiene como objetivo los servicios que facilita la UNRWA a los refugiados palestinos, incluida la educación, ya que "cientos de miles de estudiantes palestinos reciben educación gratuita" en sus centros, considerados "uno de los recursos educativos más importantes".
"Además, tiene como objetivo los servicios sanitarios, ya que la UNRWA gestiona centros de salud que dan atención primaria y servicios preventivos y curativos a millones de refugiados palestinos", ha explicado, antes de enumerar entre ellos los programas de vacunación, los servicios de apoyo psicológico y la atención neonatal.
En este sentido, ha recalcado que la medida impacta además a los servicios sociales facilitados por la agencia, entre ellos la entrega de ayuda humanitaria y efectivo a personas que "viven por debajo del umbral de la pobreza", así como a programas de infraestructura en los campamentos de refugiados palestinos en Oriente Próximo y ofertas de empleo para estas personas.
Por ello, ha argumentado que la decisión es "inválida", ya que ha sido adoptada por "una parte legalmente inválida, como potencia ocupante", al tiempo que ha solicitado a la comunidad internacional que condene la medida, de la que responsabiliza "totalmente" a Israel y Estados Unidos.
"Pedimos a la comunidad internacional, el Consejo de Seguridad y la Asamblea General de la ONU que adopten medidas inmediatas y urgentes para detener esta farsa", ha puntualizado la oficina de prensa de las autoridades de Gaza, que ha reclamado además que "se fuerce a la ocupación criminal a cancelar estas decisiones, que violan el Derecho Internacional".
En esta línea, ha hecho un llamamiento a "presionar a la ocupación" para que "se retire de los territorios palestinos" y para "expulsar" a Israel de organizaciones e instituciones internacionales, incluidas las de Naciones Unidas, ya que "se ha convertido en una entidad paria (...) que no debe disfrutar de los derechos de los Estados independientes al ser una amenaza para la seguridad global".
El comunicado ha sido publicado horas después de que Nabil abú Rudeina, portavoz del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, acusara a Israel de "ignorar todas las normas internacionales" con su prohibición de las actividades de la UNRWA y recalcara que el objetivo de las autoridades israelíes es "liquidar" el asunto de los refugiados palestinos huidos de los territorios tras la creación del Estado de Israel en 1948.
El Gobierno de Israel ha notificado en las últimas horas de forma oficial al presidente de la Asamblea General de la ONU, Philemon Yang, que ha puesto fin a la cooperación con la UNRWA, después de que su actividad fuera prohibida hace una semana por el Parlamento israelí.
Israel aduce desde hace años que la UNRWA es una agencia inoperante y, desde el estallido de la ofensiva contra la Franja de Gaza, cómplice del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) en sus ataques ejecutados contra el país el 7 de octubre de 2023, que dejaron cerca de 1.200 muertos y unos 250 secuestrados, según las autoridades israelíes.
En marzo acusó a un número importante de trabajadores de la UNRWA de formar parte "de grupos terroristas", lo que movió a una quincena de países a congelar los fondos, privándole de golpe de 450 millones de dólares. Sin embargo, a mediados de abril, la investigación externa encabezada por la exministra de Exteriores francesa Catherine Colonna descartó que las autoridades israelíes proporcionaran pruebas que acreditasen los presuntos vínculos terroristas atribuidos a varios de los empleados de la UNRWA.