Bangkok, 4 nov (EFE).- El líder de la junta birmana, Min Aung Hlaing, realizará esta semana su primera visita a China desde el golpe de Estado de febrero de 2021, después de que Pekín haya urgido al país a celebrar elecciones en pleno debilitamiento del régimen castrense por una ofensiva de guerrillas étnicas y prodemocráticas.
Min Aunh Hlaing asistirá a una cumbre para la cooperación económica entre los países de la región del Mekong (China, Birmania, Laos, Tailandia, Camboya y Vietnam) en la ciudad de Kunming, en la región suroccidental china de Yunán, limítrofe con Birmania, el 6 y 7 de noviembre, según un comunicado divulgado este lunes por la emisora estatal MRTV, controlada por los militares.
Se trata del primer viaje de Min Aung Hlaing a China, el mayor socio comercial de Birmania (Myanmar), desde el golpe del 1 de febrero de 2021, y allí discutirá con la parte china la "amistad entre los gobiernos y los pueblos de ambos países, además de la cooperación económica", reza el comunicado.
China, por su parte, no informó por el momento sobre la visita ni acerca de quién acudirá a la cumbre en representación del régimen comunista.
La visita a China de Min Aung Hlaing se produce en circunstancias especiales. El pasado agosto, el canciller chino, Wang Yi, se reunió con el jefe golpista en Birmania y le urgió a celebrar "elecciones inclusivas", en medio de las derrotas del Ejército más de tres años después del levantamiento militar.
Apenas un mes después, la junta birmana hizo un llamamiento a las guerrillas de minorías étnicas y las fuerzas prodemocráticas con las que se enfrenta para negociar una salida política de cara a la celebración de elecciones, oferta que rechazaron y que repitió en octubre.
Aunque los intercambios diplomáticos entre la junta militar y China tanto en Birmania como en la potencia asiática no han cesado desde la asonada, se han hecho más públicos con los años, así como la mediación de Pekín en el conflicto.
Pese a la aparente estrecha relación entre el régimen castrense y China, su dinámica es compleja.
China, que comparte 2.129 kilómetros de frontera con Birmania, adopta en general un enfoque pragmático con el volátil país, y mantiene vínculos tanto con los generales como con grupos rebeldes y la oposición prodemocrática para asegurar sus numerosos proyectos económicos allí lidere quien lidere. EFE