Cesados tres alcaldes de un partido prokurdo por acusaciones de "terrorismo" por supuestos lazos con el PKK

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Las autoridades de Turquía han cesado este lunes a tres alcaldes del prokurdo Partido Popular por la Igualdad y la Democracia (DEM) a los que acusa de "terrorismo" por supuestos lazos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), en medio de las declaraciones desde el Gobierno a favor de impulsar un proceso de diálogo con el grupo armado.

El Ministerio del Interior turco ha especificado que la medida afecta a los alcaldes de las ciudades de Mardin y Batman, así como al de la localidad de Helfeti, todas ellas situadas en el sureste del país, una zona de mayoría kurda. Los tres han sido reemplazados por "administradores" nombrados por las autoridades.

Así, entre los afectados por la medida figura Ahmed Turk, alcalde de Mardin de 82 años ya encarcelado en el pasado por supuestos lazos con el PKK. Turk ha pedido a través de su cuenta en la red social X "no rendirse nunca". "No daremos un paso atrás en la lucha por la democracia, la paz y la libertad. No permitiremos la usurpación de la voluntad del pueblo", ha señalado.

Junto a él han sido apartados Gulistan Sonuk, alcaldesa de Batman, quien había sido condenada en el pasado a seis años y tres meses de cárcel por "pertenencia a una organización terrorista", y Mehmet Karayilan, alcalde de Halfeti sentenciado a esta misma pena por los mismos cargos, según el comunicado del Ministerio del Interior turco.

En respuesta, el Comité Ejecutivo del DEM ha condenado la medida, que ha tildado de "golpe" y que ha descrito a través de un comunicado como "una continuación de los fallidos intentos para desmantelar a los kurdos en la política democrática desde 1994, una estrategia repetitiva y agotada que se extiende ya 30 años".

"Debemos reiterar que esto es un ataque directo contra la voluntad popular", ha manifestado que "las intervenciones previas para imponer administradores fueron rechazadas firmemente por la población, lo que llevó a su aplastante derrota en las elecciones, donde los votantes demostraron de forma decisiva su apoyo a nuestro partido".

En este sentido, el DEM ha recalcado que "la insistencia en imponer administradores, que fracasan reiteradamente en las urnas, subraya el agotamiento político y la desesperación del régimen del Partido Justicia y Desarrollo (AKP) --del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan-- y el (ultraderechista) Partido de Acción Nacionalista (MHP)"

"El régimen ha convertido la usurpación a través de la justicia y las autoridades que no pueden ganar a través de las elecciones en un régimen 'de facto'", ha explicado el partido prokurdo, que ha reiterado que la decisión de este lunes "supone una grave violación del derecho del pueblo kurdo a votar y ser elegido".

Por ello, ha reseñado que "es profundamente irónico que aquellos que dicen oponerse al autoritarismo y los golpes (de Estado) se hayan convertido en agentes de un autoritarismo puro y sin control", al tiempo que ha añadido que "en las últimas elecciones, el Gobierno sufrió derrotas significativas por estas tácticas". "Cuanto más insista en este camino, mayores serán las derrotas", ha argumentado.

"Mientras esperamos una mano tendida para la paz y la resolución, se ha tendido una mano para robar la voluntad popular. Mientras esperamos diálogo y negociación, vemos cómo se tienden trampas para socavar la esperanza popular por una solución. No nos rendiremos ni abandonaremos la lucha. Si el Gobierno cree que tendrá éxito con estas tácticas agotadas, está gravemente equivocado", ha apostillado.

TENSIONES TRAS EL ATENTADO EN ANKARA

La decisión ha sido anunciada apenas unos días después de que las autoridades turcas aseguraran haber "neutralizado" a cerca de 200 presuntos miembros del PKK y grupos vinculados a la formación en sus bombardeos contra Irak y Siria tras el atentado perpetrado la semana pasada en la capital turca, Ankara, que dejó cinco muertos.

El portavoz del Ministerio de Defensa turco, Zeki Akturk, especificó que 198 sospechosos habían sido "neutralizados" como resultado de las operaciones de las Fuerzas Armadas turcas en Irak y Siria, en el marco de "unos esfuerzos decididos a eliminar el terrorismo en su origen" tras el citado atentado, perpetrado contra las instalaciones de la empresa Turkish Aerospace Industries (TAI) y cuya autoría fue reclamada por el grupo kurdo.

El atentado tuvo lugar horas después de que el encarcelado líder del PKK, Abdulá Ocalan, recibiera una visita en la prisión de Imrali, en el que trasladó a su sobrino, Omer Ocalan, que tendría capacidad para llevar la situación "del terreno del conflicto y la violencia al terreno legal y político", en aparente referencia a un posible proceso de negociaciones.

De hecho, el líder del partido ultranacionalista turco Partido de Acción Nacionalista (MHP), Devlet Bahceli, aliado de Erdogan, propuso esta semana que Ocalan --detenido en 1999 en la capital de Kenia, Nairobi, y posteriormente encarcelado en Turquía-- acuda ante el Parlamento para proclamar la "disolución" del grupo e incluso abriera la puerta a su liberación si diera este paso, acogiéndose a la ley "derecho a la esperanza".

El Gobierno turco y el PKK, un grupo fundado en 1978 que se alzó en armas seis años después, ya iniciaron en 2013 un proceso de conversaciones de paz, si bien se derrumbaron en 2015 y se vieron seguidas por un estallido de enfrentamientos en las zonas de mayoría kurda en el sureste del país, lo que provocó una reactivación del conflicto.

Si bien el PKK formuló tras su fundación un llamamiento a la creación de un Estado independiente, en la actualidad aboga por una mayor autonomía en las zonas de mayoría kurda, situadas principalmente en el este y el sureste del país, parte de lo que se considera el Kurdistán histórico, que se extiende también a partes de Siria, Irak e Irán.

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