La premio nobel iraní llama a poner fin a “la represión y el acoso” de las mujeres en Irán

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Teherán, 3 nov (EFE).- La encarcelada premio Nobel de la Paz iraní Narges Mohammadi llamó este domingo a poner fin a “la represión y el acoso” de todas las mujeres en Irán, y pidió la libertad de la estudiante que se desnudó la víspera en una universidad de Teherán tras ser agredida por no usar hiyab.

“Hago un llamado por su libertad y por el fin de la represión y el acoso de todas las mujeres”, indicó Mohammadi en un mensaje emitido desde la prisión de Evin y publicado en la red social X.

La activista de derechos humanos aseveró que las mujeres iraníes “pagan el precio de la desobediencia, pero no se doblegan ante la fuerza”.

Así reaccionó al vídeo que se viralizó el sábado en las redes sociales, el cual mostraba a una estudiante de la Universidad Azad de Ciencia e Investigación de Teherán, paseando en ropa interior en el patio del recinto, tras ser agredida y acosada por las fuerzas de seguridad por no llevar puesto el velo islámico.

“No se acobardó ante la coerción de imponer el hiyab obligatorio o de cubrirse el cabello; a cambio, convirtió su cuerpo en un símbolo de desafío e insubordinación”, resaltó Mohammadi, quien continúa su lucha por los derechos de las mujeres desde la cárcel, donde se encuentra encerrada desde 2021.

La estudiante fue detenida a la fuerza por personas vestidas de civil y trasladada supuestamente a la comisaria de la Policía.

No obstante, los medios iraníes como Fars y Hamshahri negaron que la alumna haya sido agredida.

El director de relaciones públicas de la universidad, Amir Mahjob, también lo desmintió y dijo que la joven sufre “trastorno mental” y se desnudó después de que los profesores y sus compañeros alertaran a la seguridad de la universidad porque la joven les estaba filmando en contra de su voluntad.

Versión que Mohammadi rechazó y señaló que no es la chica quien necesita una “evaluación psicológica”, sino quienes imponen el “hiyab obligatorio”.

“El régimen no puede obligar a las mujeres que protestan, que han hecho de sus cuerpos símbolos de disidencia y desafío contra la misoginia y la tiranía, a retroceder, etiquetándolas de mentalmente inestables, sexualmente desviadas o engañadas”, afirmó Mohammadi.

Desafío al hiyab obligatorio

Después de la muerte en septiembre de 2022 de Mahsa Amini bajo custodia policial, por no llevar bien puesto su velo, muchas mujeres dejaron de cubrirse el cabello como un signo de desobediencia civil, lo que fue acompañado con meses de protestas en todo el país, que fueron apagadas con una gran represión que se saldó con más de 500 muertes, 22.000 detenciones y 10 ejecuciones.

Desde entonces, las autoridades iraníes están tratando de reimponer el hiyab con castigos como la confiscación de vehículos o el regreso a las calles de la Policía de la moral, que detiene a mujeres que no llevan velo.

A finales de septiembre, el Consejo de los Guardianes -órgano que veta la legislación- dio su visto bueno a un proyecto de ley sobre la castidad y el hiyab, que endurece los castigos por no utilizar el velo, con hasta cinco años de cárcel.

El Parlamento ya había aprobado la norma, que ahora debe ser promulgada por el presidente iraní, el reformista Masud Pezeshkian, que durante la campaña electoral prometió que flexibilizaría el estricto código de vestimenta del país, algo que no ha sucedido. EFE

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