São Paulo, 3 nov (EFE).- El Gran Premio de São Paulo de este domingo se puso más albiceleste que nunca con la llegada a Brasil de cientos de aficionados argentinos con ganas de ver correr a Franco Colapinto, tras una racha de 20 años sin un piloto de Argentina en la Fórmula Uno.
El apoyo a Colapinto quedó de manifiesto cuando, antes incluso de iniciarse la carrera, los pilotos dieron una vuelta encima de un camión descubierto para saludar a los aficionados y los gritos que se coreaban iban, casi todos, dirigidos al argentino.
"Es increíble ver todo este apoyo... Parece un campo de fútbol", se maravilló el corredor de Williams de 21 años ante medios oficiales de la Fórmula Uno durante el paseo.
Colapinto se accidentó en la ronda de clasificación tras patinar el monoplaza en la pista mojada, lo que elevó los temores sobre una posible retirada antes de la carrera. Sin embargo, el equipo de mecánicos consiguió reparar el vehículo a tiempo para alivio de los argentinos presentes.
Vestidas con camisetas albicelestes, las hermanas Agustina y Josefina Soto, de 30 y 23 años, dijeron a EFE que les gustaba la personalidad caradura del piloto “en el buen sentido”.
“Veíamos la Fórmula Uno con la familia, era como un ritual, pero con un piloto argentino nos gusta aún más”, afirmaron.
Despiertos desde la madrugada para llegar temprano al circuito, Sergio y Lautaro Ayosa, padre e hijo de 56 y 26 años, llevaban varios años pensando en asistir a un Gran Premio pero los altos precios les desanimaban.
“Este año tuvimos que hacerlo”, afirmaron los porteños, antes de apuntar a las “dificultades” que enfrenta cualquier piloto latinoamericano para abrirse paso en este deporte tan caro.
Sobre la proliferación de rumores en torno al futuro de Colapinto, quien ha pedido a Williams que lo libere si no le da una plaza, los Ayosa recomiendan calma.
“El hecho de que esté compitiendo ya es mucho… Esperemos que le consigan asiento para la próxima temporada”, apuntaron.
Algunos fanáticos comenzaron a llegar muchos días antes de la carrera, ante el miedo de que los vuelos se vieran perjudicados por el paro total de transportes que sufrió Argentina el pasado miércoles.
Los paquetes, con avión, entradas y hotel, salía por unos 3.000 dólares, un precio que no desanimó a los centenares de argentinos que invadieron el sábado la Avenida Paulista, centro neurálgico de São Paulo, para demostrarle su apoyo con un 'banderazo'.
Con estampitas religiosas con la cara del piloto y pulseritas con las letras de su nombre, los aficionados festejaron y firmaron una bandera de 30 metros con mensajes de apoyo que planean entregarle al finalizar la carrera de este domingo.
“Me enteré de lo que van a hacer, lo aprecio un montón. Espero que disfruten este fin de semana y vamos con todo”, afirmó Colapinto en un audio enviado a sus seguidores.
Lucas Cañete, oriundo de la provincia de Córdoba y uno de los organizadores de la movida para alentar al argentino, contó a EFE que el ‘banderazo’ nació a través de un grupo de Whatsapp, en principio creado para difundir información útil sobre el viaje y para “organizarse” en Brasil.
“Franco nos dio algo que hace años no teníamos, nos llena de orgullo. Siento que Franco es uno de nosotros, se divierte, la pasa bien”, dijo. EFE