La Habana, 3 nov (EFE).- Los apagones se han mantenido durante esta semana en máximos históricos en Cuba y este domingo la tasa de afectación prevista es cercana al 43 %, según el informe diario de la empresa estatal Unión Eléctrica (UNE).
En los últimos días se han registrado elevados índices de afectación por apagones en la isla caribeña -entre el 40 y el 50 %- y el pico más alto se reportó el pasado 17 de octubre, cuando casi el 51% del país sufrió cortes simultáneos.
Al día siguiente, se produjo la desconexión del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) que fue provocada por un déficit total de combustible, según explicó el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, a mediados de esta semana.
"Solo estábamos generando electricidad con nuestras plantas termoeléctricas y con en el gas. No teníamos la generación distribuida, ni las patanas (unidades generadoras flotantes)", señaló en declaraciones a medios estatales.
El titular aclaró que el colapso del SEN -en principio atribuido a una avería en la central termoeléctrica Antonio Guiteras, la mayor generadora del país- con la salida imprevista de cualquier unidad generadora habría tenido similar resultado, pues el Sistema se encontraba "muy vulnerable".
La Unión Eléctrica -perteneciente al Ministerio de Energía y Minas- indicó en su parte de este domingo que la víspera afectó el servicio eléctrico por déficit de capacidad de generación las 24 horas.
Su pronóstico para esta jornada refiere que se encuentran fuera de servicio por falta de combustible 78 centrales de generación distribuida y 5 motores de una unidad flotante.
Además reporta cinco unidades generadoras con averías y otras cuatro sometidas a mantenimiento.
Con esa situación, la compañía calcula para esta tarde-noche una capacidad máxima de generación eléctrica de 1.800 megavatios (MW) para una demanda que alcanzará los 3.150 MW.
El déficit -la diferencia entre oferta y demanda- será de 1.350 MW y la afectación -los circuitos que se desconectarán realmente- alcanzará los 1.420 MW.
El sistema eléctrico cubano se encuentra en un estado precario tanto por la falta de divisas para importar combustible como por las frecuentes averías en las unidades de producción de las siete centrales termoeléctricas, obsoletas por sus más de cuatro décadas de uso y la falta crónica de inversiones y mantenimientos.
El Gobierno cubano ha rentado en los últimos años varias centrales eléctricas flotantes para atenuar la falta de capacidad de generación, una solución rápida, pero costosa, contaminante y que no resuelve el problema estructural del sistema energético nacional.
Los frecuentes cortes en el suministro eléctrico dañan la economía cubana- que en 2023 se contrajo un 1,9 %, según datos oficiales- e impulsan el descontento social en una sociedad ya gravemente afectada por una crisis económica desde hace cuatro años.
También han desencadenado protestas antigubernamentales, incluidas las del 11 de julio de 2021 -las mayores en décadas-, y las del pasado 17 de marzo en Santiago de Cuba (este) y otras localidades. EFE