Moscú, 2 nov (EFE).- Moldavia celebrará mañana la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en la que se medirán la actual jefa del Estado, la europeísta Maia Sandu, y el prorruso Alexandr Stoianoglo, un duelo clave para el futuro rumbo de esa antigua república soviética enclavada entre Ucrania y Rumanía.
Sandu, de 52 años, parte como favorita para hacerse con la victoria a la luz del resultado de la primera vuelta, en la que hace dos semanas la mandataria obtuvo el 42,49 % por ciento de los votos, muy por encima que su rival, que consiguió el 25,95 %.
Sin embargo, la apretada victoria del Sí (50,46 %) en el referendo constitucional sobre la incorporación de Moldavia en la Unión Europea (UE) que se celebró simultáneamente con la primera vuelta de las presidenciales, siembra algunas dudas sobre su condición de favorita.
El empresario Renato Usatii, tercero en la primera vuelta con el 13,79 % de los sufragios, se abstuvo de llamar a sus votantes a respaldar a uno de los dos candidatos en liza, apoyo que hubiera podido ser decisivo habida cuenta de su gran ascendencia entre sus partidarios.
Stoianoglo, de 57 años, ocupó la jefatura de la fiscalía general en 2019, pero dos años después fue suspendido en el cargo tras ser acusado de varios delitos de corrupción, decisión que denunció ante el Tribunal Europeo de Derecho Humanos.
El tribunal de Estrasburgo dictaminó que el derecho de Stoianoglo a un juicio justo fue vulnerado y ordenó al Estado moldavo que le pagase una compensación de 3.600 euros.
El fallo fue emitido el 24 octubre de 2023, un mes después de que Sandu firmase el decreto de destitución Stoianoglo.
El candidato opositor ha declarado que apoya la integración de Moldavia en la UE, pero rechaza lo que denomina la "política de ruptura" con Rusia de las actuales autoridades del país.
La campaña electoral ha transcurrido en medio de un cruce de fuertes acusaciones entre el oficialismo y la oposición.
Si los partidarios de Sandu acusan a Rusia de injerencia en el proceso electoral, sus detractores denuncian la intervención de Estados Unidos y la Unión Europea, así como la persecución de la oposición y el cierre de sus medios informativos.
Tras la primera vuelta la presidenta moldava denunció la compra de 300.000 votos, cifra que corresponde al 10 % del censo electoral y casi al 20 % de los sufragios emitidos hace dos semanas.
Según la Policía de Moldavia, desde Rusia se han enviado 39 millones de dólares para la compra de votos y sus denuncian apunta al bloque Pobeda (Victoria, en ruso), que dirige desde Moscú Ilan Shor, un oligarca moldavo perseguido por la Justicia de su país.
"Esta es la última batalla. Si Sandu gana, Moldavia desaparecerá. Sandu es una gestora a sueldo de los americanos", dijo Shor en una entrevista con EFE.
La Comisión Electoral Central (CEC) de Moldavia recordó la víspera que hoy, jornada de reflexión, está prohibida la propaganda y que los candidatos no pueden comparecer en programas de radios o televisión.
Los colegios electorales, 1.957 en todo el país, abrirán sus puertas a las 07.00 hora local (05.00 gmt), y permanecerán abiertos hasta las 21.00 horas (19.00), tras lo cual se dará comienzo al escrutinio.
Los moldavos podrán votar también en el extranjero, para lo cual se abrirán 228 colegios en 37 países, el mayor número de ellos, 60, en Italia.
En total están convocados a la urnas 3.023.506 ciudadanos y se espera que la participación supere la de la primera vuelta, cuando fue del 51,74 %. EFE