La presidenta de Moldavia, Maia Sandu, busca lograr la reelección en el cargo en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que se celebran este domingo y en las que se enfrenta al candidato del Partido de los Socialistas (PSRM), Alexandr Stoianoglo, a quien ciertos sectores reprochan su cercanía a las posturas del Kremlin.
Sandu, candidata del liberal Partido de Acción y Solidaridad (PAS), fue la candidata más votada en la primera vuelta con casi el 42,5 por ciento de los votos; mientras que Stoianoglo logró convencer a cerca del 30 por ciento del electorado, y aspira ahora a convencer al resto de votantes para desbancar a la actual presidenta moldava.
Las pocas encuestas que se han podido realizar en las dos semanas que han transcurrido desde la celebración de la primera vuelta de las presidenciales muestran que Sandu se haría con más de la mitad de los votos, con lo que se garantizaría otros cuatro años para seguir adelante con sus políticas, centradas en la integración europea.
Algunos escenarios muestran que Stoianoglo se haría con la victoria entre los votantes residentes en Moldavia, especialmente entre los residentes en la orilla oriental del río Dniéster, donde se ubica la región separatista de Transnistria . Sin embargo, los miles de moldavos en el extranjero decantarían la balanza por Sandu.
De acuerdo con los sondeos de iData recogidos por el portal de noticias Newsmaker, la victoria de Sandu podría oscilar entre el 55 y el 51 por ciento. Por su parte el escenario más favorecedor para Stoianoglo le brinda casi el 49 por ciento de los votos, siempre y cuando convenza a la mitad de los moldavos en el extranjero.
INTEGRACIÓN EUROPEA O CAMBIO DE RUMBO
La presidenta Sandu ha vivido un mandato con altibajos desde que asumió el cargo en diciembre de 2020. La que fuera su primera ministra, Natalia Gavrilita, dimitió en febrero de 2023 debido a la crisis energética por la guerra de Ucrania, que disparó la inflación y colapsó las instituciones ante la llegada de miles de refugiados.
Stoianoglo, por su parte, se presenta con el bagaje obtenido durante su etapa como fiscal general de Moldavia, aunque su figura se ha visto lastrada por un caso de corrupción, enriquecimiento ilícito y abuso de poder, a la par que algunos sectores más críticos le reprochan su simpatía con posturas prorrusas.
De hecho, Sandu ha sabido aprovechar esto y ha centrado parte de su campaña en criticar a su rival como el candidato del Kremlin. Stoianoglo, por su parte, ha denunciado una cacería política en su contra y, aunque ha reconocido las buenas intenciones de la mandataria, ha aseverado que "ha fracasado" en estos cuatro años.
Durante la votación de la primera vuelta de las presidenciales la población moldava también aprobó --aunque por un escaso margen de votos-- un referéndum sobre la integración en la Unión Europea. Mientras el oficialismo, favorable al 'sí', denunció injerencias rusas, la oposición ha asegurado que no reconoce los resultados.
En esta segunda vuelta los moldavos deberán decantarse por de respaldar el rumbo proeuropeo de Sandu a lo largo de los últimos años, o si por el contrario deciden dar un volantazo a la política exterior e iniciar un camino hacia una postura más neutral en un momento en que Europa alerta de la amenaza rusa.