Alcalde de Aldaia exige ayuda "urgente": "No se ha librado ni una vivienda y hay miles de coches por recoger"

El alcalde de Aldaia, Guillermo Luján, ha exigido ayuda "urgente" para una localidad en la que las inundaciones del pasado martes han afectado "al 99 por ciento del municipio". "No ha quedado un comercio, no ha quedado una vivienda que se haya librado y hay miles de coches por recoger", sostiene, al tiempo que insiste en que "la necesidad es imperiosa".

En una entrevista a Europa Press, el primer edil aldaiense ve con "desolación e incomprensión" que se califique a Aldaia como una zona de baja afectación, cuando la situación es "catastrófica", por lo que urge a enviar medios materiales y efectivos.

"Hay viviendas que están atrapadas porque tienen coches delante, que se han encajado", relata, mientras que agrega que los bajos y las primeras plantas se han visto muy afectadas por las inundaciones, tras subir casi dos metros el agua.

Según las cifras oficiales, hay seis víctimas mortalas de la DANA en Aldaia, aunque creen que el número puede ser mayor, ya que el parking del centro comercial Bonaire, "el más grande de toda Valencia", está siendo desaguado, algo que tardará 36 horas, y "todavía no se han podido recuperar coches".

El primer edil agradece la movilización ciudadana, que ha permitido cambiar la fotografía de la localidad con la retirada de barro, pero precisa que "sigue siendo un cementerio de coches y una situación que parece bélica". Al respecto, reitera que "de las instituciones no ha llegado ni una sola ayuda"; mientras que pone en valor el apoyo y los efectivos de bomberos enviados por el Ayuntamiento de Valladolid.

En cuanto a los suministros, apunta que "una gran parte" del municipio no tiene agua; la electricidad tampoco se ha recuperado por completo y la conexión a internet tampoco llega, ni siquiera al centro de operaciones de la localidad.

Luján explica que, actualmente, la localidad necesita maquinaria para desaguar los garajes y para la retirada de enseres y vehículos; mientras que las donaciones de comida y ropa por el momento no son necesarias.