París, 1 nov (EFE).- A un lado del cuadro, los tenistas con más pedigrí, el alemán Alexander Zverev y el danés Hoger Rune, al otro, la euforia que del francés Ugo Humbert y el gran momento de forma que atraviesa el ruso Karin Khachanov, dos semifinales de muy diferente signo en el Masters 1.000 de París.
Entre ellos, dos tenistas que ya han levantado el título, Rune en 2022 y Khachanov en 2018.
Zverev emerge como el máximo favorito de los que resisten, cabeza de serie número 3 con opciones de arrebatar al español Carlos Alcaraz la segunda plaza, lo que le dejaría un sorteo más favorable en el Masters de Turín.
El alemán derrotó con contundencia al griego Stefanos Tsitsipas, 7-5 y 6-4, que rompió una racha de cuatro semifinales en el torneo y dejó escapar así sus últimas opciones de participar en el torneo que reúne a los ocho mejores al final del año.
El germano de 27 años, ganador este año de Roma, jugará las terceras semifinales de París en cuatro años y las trigésimas en un Masters 1.000 el tenista en activo que más veces lo ha conseguido tras el serbio Novak Djokovic y el español Rafael Nadal.
Su rival será el danés Holger Rune, 13 del mundo a sus 21 años, que demostró lo bien que se encuentra bajo el techo de París, donde en tres temporadas solo ha perdido un partido.
El escandinavo, ganador en 2022, se deshizo 6-4, 4-6 y 6-4, del australiano Alex de Minaur, actual octavo de la carrera por Turín, pero que con esta derrota puede ver comprometido su objetivo de convertirse en el primer australiano en el torneo de los mejores ocho desde Lleyton Hewitt en 2004.
La semifinal de este sábado será el cuarto duelo entre Zverev y Rune, el tercero esta temporada en la que el germano derrotó al danés en octavos de final de Roland Garros y del Masters 1.000 de Canadá.
Humbert es el que está poniendo pimienta en un torneo abandonado por las principales estrellas. El francés se ha metido al público en el bolsillo y ha devuelto la euforia a una grada que no veía un local tan lejos en el torneo desde Julien Benneteau en 2017 y que no celebra una victoria desde la de Jo-Wilfried Tsonga en 2008.
Con la misma fuerza con la que doblegó a Alcaraz en octavos, se deshizo del australiano Thompson en cuartos, 6-2 y 7-6(4), para clasificarse por vez primera en su carrera, a los 26 años, para una semifinal de un Masters 1.000.
Actual 18 del mundo y mejor francés del momento, el galo ha despertado enormes expectativas y encadena ya 12 victorias consecutivas bajo techo, tras haber ganado el año pasado en Metz y este en Marsella.
Su rival será un Khachanov que encadena 12 partidos con una única derrota, incluido el título de Almaty y la final de Viena, la última frente al búlgaro Grigor Dimitrov, noveno del mundo, finalista de la pasada edición, que cayó 6-2 y 6-3 y dijo adiós a sus últimas opciones de acabar entre los ocho mejores del ránking y disputar el Masters de Turín.
Para el ruso, que levantó el trofeo con 22 años, serán las quintas semifinales de un Masters 1.000, tras las de Toronto y París en 2018, Montrealen 2019 y Miami en 2023.
Khachanov y Humbert solo se han visto las caras una vez, en los cuartos de final del torneo olímpico de Tokio con triunfo del ruso en tres sets. EFE