Juan David Mosos
Redacción América, 1 nov (EFE).- El expresidente y candidato republicano para las elecciones del 5 de noviembre, Donald Trump, espera repetir sus victorias de los dos pasados comicios en Carolina del Norte, uno de los siete estados “péndulo” o “bisagra” clave rumbo a la Casa Blanca.
Trump no ha logrado triunfos contundentes en este estado, pues en 2020 consiguió el 49,9 % de los votos frente al 48,6 % de Joe Biden, una diferencia de 74.483 sufragios, y en 2016 se apuntó el 49,8 % frente el 46,2 % de su rival demócrata, Hillary Clinton.
Durante las últimas semanas Trump y la vicepresidenta de EE.UU. y candidata demócrata, Kamala Harris, se han enfocado, como era previsible, en los estados “bisagra”, cuya importancia radica en que no muestran una inclinación definitiva por ningún partido, lo cual puede decidir el resultado de una cerrada elección.
Carolina del Norte, con unos 10,8 millones de habitantes de los cuales más de 7,9 millones están habilitados para votar, asignará dieciseis de los 538 votos del Colegio Electoral, lo que representa un 2,9 % de los sufragios necesarios para ser el próximo presidente del país.
El reto demócrata de repetir la victoria de 2008
El margen más estrecho del triunfo de un candidato en Carolina del Norte lo registró el demócrata Barack Obama, cuando derrotó por 14.177 votos al republicano John McCain, lo que constituyó la única victoria de su partido en este estado desde 1976.
Para estos comicios, los sondeos dan cuenta de una diferencia muy reducida entre Trump y Harris. El exmandatario cuenta con una ventaja de 1,3 % sobre la vicepresidenta en Carolina del Norte, de acuerdo con la media que calcula la web FiveThirtyEight.
A pesar de ser mínima la diferencia en la intención de voto, Harris ha logrado duplicar a Trump en el monto recaudado en donaciones individuales para su campaña, tras conseguir 17,9 millones de dólares por los ocho millones del republicano, según el reporte de la Comisión Federal de Elecciones (FEC, por su sigla en inglés).
Todo está abierto en este estado, en el que los demócratas esperan sacar provecho de contar en sus filas con el gobernador Roy Cooper y confían en su habilidad para cautivar el voto joven, aunque a favor de los republicanos estará el fiel voto conservador que es habitual en las poblaciones rurales.
El efecto del huracán
Un factor no menor en los comicios del próximo martes en Carolina del Norte es el reciente paso del huracán Helene por Carolina, a finales de septiembre, dejando una estela de muerte con 101 fallecidos y pérdidas multimillonarias, sobre todo en el área de Asheville, en los montes Apalaches.
La respuesta del Gobierno de Joe Biden ante Helene, que es además el huracán que más daño material ha causado en ese estado en la historia, con pérdidas que ascienden a 53.000 millones de dólares, ha sido criticada por el expresidente Trump, quien ha dicho, sin pruebas, que el dinero de la atención de emergencia se ha usado para ayudar a inmigrantes.
"Han gastado cientos de millones de dólares en otras cosas, cosas que creo que no tienen ninguna relación con este dinero. No deberían haber usado el dinero para acoger a inmigrantes ilegales. Tal vez (lo hicieron) para que puedan votar en las elecciones", llegó a afirmar el republicano en una visita a Carolina del Norte.
En su contra, Trump podría tener la intervención de un humorista durante un mitin en el que dijo que "literalmente hay una isla flotante de basura en medio del océano en este momento, creo que se llama Puerto Rico", algo que puede no caer bien en un estado en el que viven 132.000 puertorriqueños. EFE
(foto) (infografía)