La brasileña Petrobras revitaliza la cincuentenaria cuenca de Campos, su antiguo tesoro

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Carlos A. Moreno

Río de Janeiro, 1 nov (EFE).- La brasileña Petrobras puso en marcha un ambicioso proyecto de revitalización para alargarle la vida y elevar la producción de la cuenca marina de Campos, que llegó a ser su mayor provincia petrolera y que hoy, a días de cumplir los 50 años de su descubrimiento, no pasa de un campo maduro.

"Se trata del mayor proyecto de revitalización de un campo maduro en aguas profundas del mundo", explicó a EFE el gerente general de Petrobras para la cuenca de Campos, Alex Murteira, al detallar un plan por el que se invertirán 22.000 millones de dólares entre 2024 y 2028.

El proyecto prevé la instalación de cinco modernas plataformas marinas, equipadas con nuevas tecnologías desarrolladas por la empresa para aumentar el factor de recuperación en campos maduros y para reducir (y hasta sepultar) los gases contaminantes, en el lugar de unidades casi caducas en operación hace varios años.

Igualmente prevé la modernización de varias plataformas antiguas, a las que se les aumentará la vida útil en hasta dos décadas y se las equipará con las tecnologías que mejoran la eficacia y reducen las emisiones.

"El objetivo es producir más y por más tiempo y recuperar la gloria de esta provincia", afirmó Murteira durante una visita de EFE a la plataforma P51, una de las unidades más antiguas de Petrobras aún en operación, anclada desde 2009 en la región sur de la cuenca de Campos a unos 150 kilómetros de la costa de Río de Janeiro y cuya vida útil, a punto de vencer, será aumentada hasta 2048.

La P51, primera plataforma fabricada totalmente en Brasil, una ciudad metálica flotante de 48.000 toneladas de peso, con 125 metros de largo por 110 metros de ancho, y capacidad para producir hasta 180.000 barriles de crudo, será una de las siete unidades de Campos repotenciadas.

La cuenca de Campos fue descubierta el 22 de noviembre de 1974, cuando la perforación de un pozo reveló la existencia de un gigantesco yacimiento, y, con una producción diaria de 1,75 millones de barriles diarios en 2011, llegó a ser responsable por más del 80 % de los hidrocarburos extraídos por Brasil.

Sin la revitalización, la previsión de Petrobras era que la producción en Campos, que ya había caído el año pasado a unos 600.000 barriles diarios, cerca del 20 % de los 2,8 millones de barriles por día extraídos por la empresa, se limitara a 450.000 barriles diarios este año.

La previsión de Petrobras es que, con las nuevas plataformas y las modernizadas, así como con 135 nuevos pozos, la producción en Campos se mantenga en 600.000 barriles diarios anuales, sin ninguna reducción con respecto al año pasado y pese al agotamiento de los yacimientos.

La importancia de Campos, según Murteira, también obedece a que representó la migración de la producción brasileña a gran escala de la tierra al mar, en donde hoy el país extrae más del 90 % de su crudo, y ayudó a convertir a Petrobras en una de las empresas con mayor experiencia en áreas marinas y en líder mundial en tecnologías para aguas profundas.

"Aquí en la cuenca de Campos desarrollamos y probamos la mayoría de las tecnologías para aguas profundas y muy profundas que hoy son usadas en todo el mundo", dijo.

La revitalización comenzó por el campo de Marlim, en donde empezaron a operar este año dos nuevas plataformas con capacidad para producir hasta 150.000 barriles diarios en un campo maduro y que sustituyeron diez unidades antiguas que venían produciendo juntas 70.000 barriles al día.

Las tecnologías de las nuevas plataformas permiten elevar la tasa de recuperación de petróleo en campos maduros, que es de menos del 20 % para Petrobras, hasta los niveles de países como Noruega, donde llega al 70 %.

Las tecnologías para revitalizar el campo de Marlim hicieron a Petrobras merecedora este año del premio de la Offshore Technology Conference (OTC), principal galardón del sector.

Petrobras ganó su primer OTC en 1992 precisamente por las tecnologías que desarrolló para explotar petróleo en aguas profundas en Marlim. EFE

(foto)(video)

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