Juan David Mosos
Redacción América, 1 nov (EFE).- El estado de Georgia, que en las pasadas elecciones a la Presidencia de EE.UU. estuvo en el centro de la polémica por las denuncias de fraude hechas sin pruebas por el candidato republicano y expresidente, Donald Trump, recobra su protagonismo en los actuales comicios.
La victoria de Joe Biden cuatro años atrás, por 11.779 votos sobre Trump, significó el menor margen de los últimos veinte años en Georgia, considerado junto a Arizona, Carolina del Norte, Míchigan, Nevada, Pensilvania y Wisconsin como un estado “péndulo” o “bisagra”.
Estos estados pueden ser decisivos para Trump y su rival, la vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris, ya que no muestran una inclinación definitiva por ninguno de ellos en una igualada elección.
Georgia, con once millones de habitantes, de los cuales más de 7,8 millones están habilitados para votar, asignará 16 de los 538 votos del Colegio Electoral, lo que representa un 2,9 % de los sufragios necesarios para llegar a la Casa Blanca.
¿Podrá Trump recobrar el predominio republicano?
De las últimas seis elecciones en el estado, los candidatos republicanos se impusieron en cuatro ocasiones a los demócratas por un margen relativamente cómodo, hasta que en 2020 Biden se llevó el 49,5 % de los votos, frente al 49,3 % de Trump.
En esta ocasión, los sondeos muestran que la diferencia entre Trump y Harris volverá a ser mínima. El expresidente cuenta con una ventaja de 1,7 % sobre la vicepresidenta en Georgia, según la media que calcula la web FiveThirtyEight.
Además de la estrecha diferencia en la intención de voto que le impide a Trump confiarse en un resultado favorable, su rival ha logrado recaudar 13,2 millones de dólares en donaciones individuales para su campaña, por encima de los 9,6 millones del republicano, de acuerdo con el reporte de la Comisión Federal de Elecciones (FEC, por su sigla en inglés).
Trump nunca ha reconocido su derrota en la pasada elección y, por el contrario, para esta ocasión no ha descartado desconocer un resultado desfavorable, postura que lo llevó a celebrar una cuestionada decisión de la Junta Electoral Estatal que obligaba al conteo manual de los votos, algo que finalmente fue rechazado por autoridades judiciales.
Los votantes afroamericanos, la clave
Los afroamericanos habilitados para votar en Georgia superan los 2,6 millones, lo que representa el 33 % del censo electoral, una circunstancia que los ubica en el centro de estas elecciones, ya que Biden se llevó el 88 % de los votos de ese segmento de la población en 2020.
En esta ocasión, la intención de voto por Harris entre las personas de raza negra se ubica trece puntos porcentuales por debajo de lo conseguido por Biden cuatro años atrás, según un sondeo del diario The Atlanta Journal-Constitution.
Consciente de ello, la campaña de Harris intensificó sus esfuerzos en este estado, al que llevó a figuras como el expresidente Barack Obama, Bruce Springsteen, Samuel L. Jackson, Spike Lee o Stevie Wonder para participar en sus mítines.
La vicepresidenta también presentó una estrategia enfocada en esta población llamada "Economía de la oportunidad", que incluye, entre otros aspectos, subvenciones a emprendedores y un marco legal para las transacciones con criptomonedas.
También está por verse si a Trump le pasará factura la broma de un comediante en un mitin suyo en Nueva York, en el que calificó a Puerto Rico como "una isla flotante de basura en medio del océano”, algo que seguro no fue bien recibido por los más de 124.000 puertorriqueños que viven en Georgia. EFE
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