Johannesburgo, 1 nov (EFE).- El ya expresidente de Botsuana, Mokgweetsi Masisi, se convirtió este viernes en el mandatario con el que se rompe el dominio histórico indiscutible del Partido Patriótico de Bostuana (BDP, en inglés), después de que la formación perdiera las elecciones generales del 30 de octubre tras casi seis décadas en el poder.
"Me presento ante ustedes esta mañana humilde pero orgulloso. Al término de mi primer mandato como presidente, deseo felicitar a la oposición por su victoria y admitir la derrota en estas elecciones", dijo Masisi en una rueda de prensa tras la publicación de los primeros resultados preliminares.
"Aunque deseo continuar sirviéndoles como presidente para un segundo y último mandato, me haré a un lado respetuosamente y participaré en un proceso de transición tranquilo", añadió, horas antes de que el nuevo presidente del país, el abogado Duma Boko, jurara el cargo.
Boko se convirtió en el nuevo jefe de Estado de Botsuana después de que su partido, la Coalición por el Cambio Democrático (UDC) lograra la mayoría parlamentaria necesaria para gobernar uno de los países más estables de África.
El BDP, que gobernaba desde la independencia del Reino Unido en 1966, obtuvo la mayoría absoluta en los comicios de 2019, pero en esta ocasión se enfrentaba a una votación muy disputada: Masisi competía contra tres rivales.
Maestro de carrera, Masisi ascendió a la Presidencia tras la dimisión de Ian Khama (2008-2018) en abril de 2018, al cumplir éste el límite máximo de diez años permitido por la Constitución para mantener el cargo.
Ocupaba entonces la Vicepresidencia y el propio Khama fue el encargado de seleccionarle como sucesor.
Por aquel entonces, no ahorraba elogios hacia su delfín, una situación muy diferente a la que se desató en los meses siguientes, en los que se fue recrudeciendo la guerra abierta entre los dos.
Masisi, sin embargo, salió victorioso y ha podido ostentar el título de quinto presidente de la historia de Botsuana durante los últimos cinco años.
De nombre completo Mokgweetsi Eric Keabetswe Masisi, nació en 1963, en Moshupa, una localidad de apenas 20.000 habitantes del sur del país, a unos 60 kilómetros de la capital, Gaborone.
Casado y padre de una hija, tiene formación en educación y epidemiología y está graduado por la estadounidense Florida State University.
Desde el área de la educación llegó a la Administración y se implicó en reformas del sistema lectivo.
En 1995 se unió a Unicef como experto en proyectos educativos e implementó iniciativas para dar formación a niños de áreas remotas rurales.
Con el cambio de siglo se involucró en la actividad política y disputó elecciones primarias locales del BDP.
Pese a que no ganó, permaneció activo políticamente y trabajó con ONG en temas como prevención del VIH (virus del sida), lo que le llevó a iniciar nuevos estudios en epidemiología.
En las elecciones generales de 2009, accedió al escaño de parlamentario por Moshupa.
Dos años después fue nombrado titular del Ministerio de Asuntos Presidenciales y Administración Pública, una cartera con la que había estado involucrado desde su salto a la política nacional.
Como ministro supervisó programas de educación para los pobres, la expansión de la radio y televisión pública, además de múltiples iniciativas comunitarias para mejorar el desarrollo.
En 2014 fue nombrado ministro de Educación por Khama y, antes de finalizar ese año, se le encargó también la Vicepresidencia.
Al acercarse el final del mandato legal máximo para Khama, Masisi fue anunciado como su sucesor, con altos niveles de apoyo dentro del partido.
Sin embargo, poco después, un Khama reacio a pasar a segundo plano y perder privilegios y un Masisi determinado a asentar su liderazgo se enzarzaron en un conflicto público inédito en la historia del oficialismo.
El antagonismo escaló hasta el punto de que Khama abandonó el BDP -partido cofundado por su propio padre, Seretse Khama, primer presidente de Botsuana- en mayo pasado de 2019 y, en las elecciones de ese año pidió el voto para la oposición, algo que se repitió este año.
Masisi, por su parte, actuó en contra de varias figuras afines al exmandatario y revocó algunas de las políticas más significativas de su predecesor, como la prohibición de cazar elefantes en el país.
No han favorecido a Masisi a la hora de intentar ganarse la confianza de los botsuanos para un nuevo mandato de cinco años las altas tasas de desempleo -por encima del 25 %- y que Botsuana sea uno de los países más desiguales del mundo, a pesar de las grandes riquezas aportadas por el sector del diamante. EFE