El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha cargado este jueves de manera pública y directa contra su homólogo de Suecia, Ulf Kristersson, después de que éste sugiriese que el Gobierno húngaro respondía a los intereses de Rusia en el contexto postelectoral de Georgia.
"El primer ministro sueco me acusa de representar los intereses de Rusia en Georgia. Obviamente, le han dado instrucciones desde Washington. Qué pena", ha dicho Orbán en la red social X, un día después de que el Ministerio de Exteriores húngaro convocase a la embajadora sueca en Budapest como un primer gesto de malestar
La protesta responde a unas declaraciones de Kristersson en las que éste aseguraba que Orbán no había visitado Tiflis esta semana en calidad de presidente de turno del Consejo de la UE y que, por tanto, "no habla en nombre de los países europeos". "Quizás habla en nombre de Rusia", apostilló.
La Comisión Europea también se desmarcó por boca del Alto Representante de Política Exterior, Josep Borrell, del viaje de Orbán, incidiendo en que es necesario aclarar las supuestas "irregularidades" detectadas por los observadores internacionales que supervisaron las elecciones parlamentarias en Georgia, en las que se impuso el oficialista Sueño Georgiano.
El Gobierno de Hungría ha atribuido estas críticas al malestar de los "burócratas" de Bruselas por el resultado electoral e incluso el propio Orbán trasladó en Tiflis a su homólogo Irakli Kobajidze que no debía "tomarse en serio" el aparente malestar europeo.