Redacción Deportes, 31 oct (EFE).- La Serie Mundial terminó y ahora, más allá del mal sabor de la derrota, los Yanquis de Nueva York enfrentan grandes retos, como lo es retener o dejar ir al dominicano Juan Soto, quien probará por primera vez la agencia libre en las Grandes Ligas, o la decisión de extender o finalizar su compromiso con el entrenador Aaron Boone, quien podría cargar los platos rotos de la derrota.
Entre las demás problemáticas en la mesa de los Yanquis está la inconsistencia de su cuerpo de picheo, en el que el cerrador Luke Weaver tuvo la carga más pesada. Mejorar en esa faceta será un punto a trabajar para los Yanquis, quienes podrían utilizar como moneda de cambio al puertorriqueño Marcus Stroman.
Los Yanquis llegaron con grandes ambiciones a la Serie Mundial, pero fueron superados con contundencia por los Dodgers de Los Ángeles, que este miércoles cerraron la serie 4-1.
El futuro de Soto, en el aire
Soto llegó a los Yanquis mediante un cambio desde los Padres de San Diego antes del inicio de la temporada y fue determinante para que avanzaran a su primera Serie Mundial en 16 años.
A fuerza de batazos, el dominicano, quien viene de batear para .313, con un jonrón y siete anotadas en el 'Clásico de Otoño', se ganó su espacio entre la fanaticada neoyorquina.
Los Yanquis deberán decidir cómo actuar con Soto, cuyo agente, Scott Boras, está abierto a escuchar todas las propuestas que le lleguen.
"No sé cuáles serán los equipos que vendrán detrás de mí. Definitivamente, estaré abierto a todos los equipos. No tengo ninguna puerta cerrada. Estaré disponible para los 30 equipos”, dijo Soto al hablar con la prensa tras la derrota de los Yanquis en el quinto partido de la Serie Mundial.
Con una agencia libre en la que aspira a recibir un acuerdo que supere los 500 millones de dólares, los Yanquis tendrán que decidir si están en la disposición de desembolsar o no una suma considerable para retener al bateador zurdo.
Aaron Boone, en la cuerda floja
En el futuro de los Yanquis también hay dudas que envuelven al mánager Aaron Boone, quien no escondió su profundo disgusto por el resultado de la Serie Mundial.
La decisión de sacar a Gerrit Cole en el primer juego de la serie en la sexta entrada con apenas 88 picheos y poner al cubano Néstor Cortés en el décimo episodio ante Freddie Freeman, quien lo castigó con grand slam, son algunas de las decisiones que han colocado a Boone en 'capilla ardiente'.
La del 2024 fue la última campaña garantizada en el acuerdo firmado por Boone y los Yanquis en 2021, con una opción para la campaña de 2025, la cual está en manos del equipo, quien deberá decidir si continúa su matrimonio con el estratega o parte en otra dirección.
No hay prácticamente dudas sobre el destino de Aaron Judge, un bateador que firmó a finales de 2022 un contrato de nueve años y 360 millones de dólares.
Aunque no haya conseguido sacar su mejor versión en la Serie Mundial, los Yanquis volverán a encomendarse al 'Juez' para ir a por la corona de la MLB. EFE