Las emisiones netas de gases de efecto invernadero de la UE cayeron un 8,3% en 2023 en comparación con el año anterior gracias al impulso que supuso el crecimiento de la energía renovable, según se desprende del Informe de situación sobre la acción climática publicado este jueves por la Comisión Europea.
Según el documento, este dato supone la mayor caída anual en décadas, con la única excepción de 2020, cuando la pandemia de COVID-19 provocó recortes de emisiones que alcanzaron el 9,8%.
Las emisiones netas de gases de efecto invernadero están ahora un 37% por debajo de los niveles de 1990, mientras que el PIB creció un 68% durante el mismo período, lo que muestra la continua disociación de las emisiones y el crecimiento económico mientras la UE mantiene su compromiso de reducir las emisiones al menos un 55% en 2030.
"La UE lidera la transición limpia, con otro año de fuertes recortes de las emisiones de gases de efecto invernadero en 2023", ha afirmado el comisario de Acción Climática, Wopke Hoekstra.
De cara a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29), que se celebra del 11 al 22 de noviembre en Bakú (Azerbaiyán), Hoekstra se valdrá de este dato para demostrar a los socios internacionales de la UE que "es posible actuar en favor del clima e invertir al mismo tiempo en el crecimiento de la economía".
No obstante, ha añadido que "desgraciadamente, el informe también muestra que el trabajo debe continuar, tanto dentro como fuera de las fronteras europeas, al comprobar el daño que el cambio climático está causando a los ciudadanos", ya que, pese a las noticias alentadoras sobre la reducción de emisiones en la UE, en 2023 también se produjeron más sucesos catastróficos y pérdidas de vidas y medios de subsistencia debido al calentamiento global.