IKEA donará seis millones de euros para compensar a trabajadores forzados de antigua RDA

IKEA reconoce su pasado y donará seis millones de euros a un fondo para compensar a víctimas de la RDA que trabajaron como presos políticos en condiciones forzadas

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Berlín, 31 oct (EFE).- El gigante sueco de los muebles IKEA donará seis millones de euros a un fondo que se creará para compensar a los damnificados por el régimen de la República Democrática Alemana (RDA), tras admitir que empleó como trabajadores forzados a presos políticos de ese país ya extinto.

La noticia fue anunciada en la red social Instagram por Evelyn Zupke, la defensora nombrada por el Gobierno alemán para las Víctimas de la Dictadura del SED (Partido Socialista Unificado de Alemania, por sus siglas en alemán).

Zupke recordó que en 2012 IKEA promovió una investigación independiente sobre el uso de mano de obra forzada en la época de la RDA y financió un estudio científico sobre el tema.

El donativo representa ahora "una gestión responsable de los capítulos oscuros de la historia de la empresa", declaró Zupke, que expresó su agradecimiento a la compañía sueca.

"No podemos revertir lo ocurrido con las víctimas en las prisiones de la RDA. Pero podemos tratarlas hoy con respeto y apoyarlas en especial en situaciones de necesidad", afirmó.

También el presidente de la Unión de Asociaciones de Víctimas del Dominio Comunista (UOKG), Dieter Dombrowski, expresó la esperanza de que más empresas sigan el ejemplo de IKEA.

"Desde que trascendió que algunos productos de IKEA fueron fabricados por presos políticos en la RDA, IKEA ha actuado de forma consecuente para esclarecer los hechos", dijo por su parte el jefe de IKEA Alemania, Walter Kadnar.

"Dimos nuestra palabra a los afectados de que participaríamos en su apoyo", recalcó.

El fondo para compensar a antiguas víctimas del Gobierno de la RDA que se encuentren en situación de necesidad está contemplado por un borrador que todavía debe recibir el visto bueno del Parlamento alemán.

Está previsto que el Estado dote al fondo con un millón de euros que sirva, entre otras cosas, para ayudar a antiguos presos o víctimas de persecución política.

El estudio encargado en 2012 por IKEA reveló que en las décadas de 1970 y 1980 algunos productos del gigante de los muebles habían sido fabricados por presos políticos en la RDA.

La empresa sueca tenía conocimiento de ello pero no tomó medidas suficientemente efectivas para impedirlo, según dicho documento. EFE

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